Científicos logran récord de eficiencia con panel solar flexible
Un equipo de investigadores de la Universidad de Stanford anunció este miércoles un avance histórico en el campo de las energías renovables: la creación de un panel solar flexible con una eficiencia del 28%, cifra que supera los registros previos para este tipo de tecnologías.
El dispositivo, fabricado con materiales semiconductores de nueva generación conocidos como perovskitas híbridas, combina ligereza, flexibilidad y alta capacidad de conversión energética. A diferencia de los paneles tradicionales de silicio, que son rígidos y pesados, este prototipo puede adaptarse a superficies curvas y ligeras, lo que abre la puerta a aplicaciones en automóviles eléctricos, dispositivos portátiles, techos ligeros e incluso ropa inteligente.
Según el informe publicado en la revista Science Advances, los investigadores lograron mejorar la estabilidad del material mediante un recubrimiento especial que evita su degradación al contacto con la humedad y el calor. Con ello, el panel mantiene su eficiencia durante más de 1,000 horas de uso continuo, algo que hasta ahora había sido un obstáculo para las perovskitas.
El doctor James Yu, líder del proyecto, explicó que este desarrollo representa un salto tecnológico hacia la transición energética: “Con paneles solares más ligeros, baratos y adaptables, podremos generar energía limpia en lugares donde antes era inviable”.
Actualmente, los paneles solares rígidos alcanzan eficiencias de entre el 20% y el 24%, mientras que las versiones flexibles difícilmente superaban el 18%. El nuevo récord del 28% coloca a esta innovación como una de las más prometedoras en el sector.
Expertos señalan que, si el proceso de fabricación puede escalarse a nivel industrial, esta tecnología podría transformar el mercado global de energía solar, reduciendo costos de instalación y ampliando el acceso a comunidades que hoy no cuentan con infraestructura eléctrica.
El equipo de Stanford ya trabaja en acuerdos con empresas energéticas y automotrices para iniciar pruebas piloto en los próximos meses, con la expectativa de que los primeros prototipos comerciales estén disponibles hacia 2027.
Este avance refuerza el papel de la investigación científica en la lucha contra el cambio climático, ofreciendo herramientas innovadoras para acelerar la reducción de emisiones de carbono a nivel mundial.