Citlali Ortiz: La discriminación, el ‘round’ más duro en mi ruta a los Olímpicos
Ciudad de México. En las redes sociales, a Citlali Ortiz se le conoce como Bellatrix, nombre cuyo significado etimológico es mujer guerrera. Y no podía tener un apodo que la definiera mejor.
La boxeadora es la primera mujer mexicana en obtener una plaza olímpica en la categoría de los 75 kilogramos, donde buscará una medalla para el país.
Formar parte de la delegación que competirá en París significa mucho para mí, el boxeo es una disciplina de tradición en México, tiene mucho reconocimiento de la gente y si lo haces bien puedes convertirte en un ídolo, comentó a La Jornada la deportista.
Ortiz representó por algunos años a Estados Unidos, país donde nació; y aunque con la bandera de las barras y las estrellas logró incluso una medalla mundial juvenil, decidió portar el verde, blanco y rojo rumbo a París.
La primera razón por la que lo decidí fue porque allá había discriminación. Si le ganabas a una campeona, a ella le daban el lugar, sin importar que fueras mejor. Además, aunque parece que hay más recursos e instalaciones, no tenía mucho respaldo económico. Desde que comencé a representarlos tuve cuatro trabajos para poder solventar los gastos. En cambio, en México recibí apoyo desde mis etapas como seleccionada nacional; nunca tuve problemas para viajar u hospedarme para alguna de mis competencias, compartió.
A 25 años de la primera pelea profesional femenil en México, la deportista celebra el crecimiento que ha tenido la disciplina en las últimas décadas.
“Es un gusto que cada vez más mujeres se involucren en este deporte, algo que no sucedía antes. Tenemos a La Barbie Juárez, a Jackie Nava y muchas más. Uno de mis objetivos, tomándolas a ellas de ejemplo, es dejar el mensaje de que podemos practicar cualquier deporte que nos apasione y para el cual tengamos talento”.
Ortiz disputó cinco combates profesionales, aunque su aventura no fue del todo satisfactoria.
Prácticamente debía pagar para que pelearan contra mí, no tenía agente y nada más gastaba para poder tener rival y sin ganancia. Tenía que meter horas extras en el trabajo para cubrir los gastos y decidí dejarlo. Fue entonces cuando mi padre me propuso volver al amateurismo para intentar nuevamente cumplir mi sueño. Puse todo mi empeño y con ayuda de toda mi familia pude lograr mi boleto.
A nivel olímpico el boxeo femenil apareció como exhibición en 1904, pero fue hasta Londres 2012 cuando se compitió de manera formal. Desde entonces han clasificado cuatro boxeadoras mexicanas. Esmeralda Falcón y Brianda Cruz en Tokio 2020 y para la justa en París representarán a nuestro país Ortiz y Fátima Herrera (-50 kg).
También merecemos estar en los Juegos, hay nivel para estar entre las mejores.
Camino sinuoso
Aunque su residencia habitual es en California, Ortiz habla un perfecto español, producto del orgullo de sus padres por ser mexicanos.
Hay algunos deportistas que no pueden ni decir un hola, pero lo primero que hice fue aprender a hablar y escribir en español. Mis padres me transmitieron ese amor por México y, aunque ya son residentes, están muy contentos de que haya logrado la meta de competir con su bandera.
Desde pequeña, Ortiz sufrió de sobrepeso; fue su padre Cipriano, quien la impulsó a ponerse los guantes.
Cuando comencé a pelear cambiaba mucho de categoría, jugué mucho con mi cuerpo y eso después me pasó factura en mi salud, incluso llegué a desmayarme por no comer. Por fortuna encontré una doctora que me ayudó para no pelear más la batalla contra el peso.
A la seleccionada la entrena su padre, quien incluso dejó de lado sus metas personales por acompañarla en el sueño olímpico.
Mi papá terminó la carrera y trabajó muchos años hasta que decidió prepararme y se dedicó de lleno a eso. Siempre ha estado en mi esquina y según recuerdo en 10 años sólo ha faltado en dos ocasiones a mis peleas. Actualmente ha retomado su trabajo, porque está ahorrando mucho para poder acompañarme a París. A su pareja también tengo mucho que agradecerle, porque desde que inicié siempre estuvo para mí en lo económico y lo moral.
La boxeadora cerrará su preparación en el Centro Nacional de Detección de Talentos (CNAR) y viajará a la sede olímpica unos días antes de su debut.
París va a ser un verdadero reto, no me quiero anticipar a que voy a ganar una medalla, pero voy a dar todo mi esfuerzo para conseguirlo.
El boxeo mexicano estará representado en París por Ortiz, Herrera y Marco Verde (71 kg) y Miguel Ángel Martínez (63.5 kg).