Se cumplen treinta años de la publicación original del manga ‘Ghost in the Shell’ (Kōkaku Kidōtai), la obra cumbre del artista japonés Masamune Shirow. Más allá de ser una pieza fundamental del género ciberpunk, la serie, popularizada por la película de culto de Mamoru Oshii de 1995, no solo imaginó el futuro, sino que, para muchos expertos en tecnología, ayudó activamente a producirlo.
La premisa central de ‘Ghost in the Shell’ —donde la conciencia (el Ghost) reside en un cuerpo cibernético o red neuronal (el Shell)—dejó de ser una fantasía distópica para convertirse en el plano conceptual de algunas de las innovaciones más disruptivas de nuestro tiempo.
El Legado que Inspiró a Silicon Valley
La tesis de que la ciencia ficción no predice, sino que produce el futuro, se ejemplifica perfectamente en la influencia de esta franquicia. La estética y los conceptos filosóficos de ‘Ghost in the Shell’ han sido citados abiertamente por arquitectos de la tecnología moderna:
Realidad Aumentada (RA) y Wearables: Las interfaces visuales superpuestas directamente en la retina o implantes que permiten a los personajes acceder a información instantánea en el campo de visión fueron una clara inspiración para los desarrolladores de los primeros dispositivos de Realidad Aumentada y gafas inteligentes.
Ciberseguridad y Hackeo Masivo: La capacidad de los hackers de ingresar al “fantasma” (conciencia) de los individuos a través de redes neuronales prefiguró la escala de los problemas de ciberseguridad y manipulación de información que enfrentamos hoy en la era de internet y los implantes médicos.
