Crisis afecta a comerciantes de pequeños y medianos negocios en Cajeme
Ciudad Obregón, Sonora.- El alto precio de las rentas, los costos de producción, y el pago de servicios y empleados han impactado severamente a los pequeños y medianos comercios de Cajeme, llevando a muchos de ellos al cierre.
Comerciantes, economistas y dirigentes de organismos locales coinciden en que estos negocios, al ser los últimos eslabones en las cadenas productivas y representar un pequeño porcentaje del total activo del municipio, son los más afectados por la crisis económica actual.
Gustavo Cárdenas García, presidente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) en Cajeme, comentó que aunque no tienen un censo preciso de los pequeños y medianos comercios que han dejado de operar, saben de al menos 60 locales abandonados solo en el primer cuadro de la ciudad. “Es cierto que se están abriendo nuevas empresas, pero también están desapareciendo las Mipymes. Hay muchos locales desocupados en diversas calles, como la Miguel Alemán, No Reelección, Náinari, Sinaloa y 5 de Febrero. Las Mipymes están desapareciendo y cada vez vemos más locales que se rentan o se venden”, lamentó.
Este fenómeno ha sido evidente desde la pandemia hasta la fecha. Los comercios que no cierran por completo están migrando a la informalidad, lo que muestra la gravedad de la crisis económica en la región. La generación de nuevos empleos no está siendo suficiente para compensar los que se están cerrando. Cárdenas destacó que las pequeñas y medianas empresas son vitales porque son lideradas por cajemenses y mueven importantes recursos en el municipio, por lo que se deben buscar acciones para apoyarlas.
“Necesitamos cuidar a las micro, pequeñas y medianas empresas, aunque generen uno o dos empleos. Hay que ver por qué Mercajeme tiene tantos locales desocupados, eso nunca había pasado. Necesitamos buscar estrategias que den incentivos fiscales a las Mipymes porque no tienen tanto recurso y mejor cierran”, subrayó.
Javier Villegas Orpinela, presidente del Colegio de Economistas de Sonora, manifestó que los sectores públicos y privados deben abrirse más a la llegada y apertura de nuevos comercios y empresas, sin restricciones o exigencias de terrenos muy altos, proveeduría local o rentas elevadas. “El alto precio de la renta aumenta demasiado los costos y los dueños de negocio tienen que decidir entre seguir o no, y la mayoría se inclina por el no”, explicó.
Además, mencionó que otros factores como el costo de los productos, malos manejos financieros o rezagos fiscales ante un mercado deprimido complican la situación. “En términos generales, hay situaciones muy complicadas por los altos costos y el mercado deprimido. Si el cliente está mal pagado, la capacidad de compra o demanda decrece. De los 100 clientes que tenías, ahora tienes 60, y se te empiezan a caer las utilidades. Terminas cortando por lo más sano, es decir, cerrando la operación de la empresa”, aseveró.
Villegas puntualizó que el incremento de la renta debe ser equivalente a la inflación, pero en la última década las rentas se han incrementado en al menos un 80%, cuando deberían ser aproximadamente un 40%.
Clarissa Flores Chong, presidenta de la Asociación Mexicana de Mujeres Jefas de Empresas (Ammje) en Cajeme, compartió que el incremento de las rentas es notorio, pero siempre existen opciones para cualquier tipo de bolsillo. “Hay que hacer un análisis de las diferentes opciones para elegir la que más convenga en ubicación y precio. Tal vez el precio es alto, pero la ubicación es estelar”, aseveró.
Cada emprendedor debe decidir cuánto está dispuesto a pagar. Muchos buscan alternativas para sufragar estos gastos, ya que tener un espacio físico les ayuda a hacer crecer sus negocios. Flores Chong destacó que la oferta de locales varía según el tamaño y la ubicación, siendo el primer cuadro y la zona norte donde los precios son más elevados.
Juan Carlos, propietario de un local de venta de accesorios para celular, comentó que para subsistir, muchas veces tienen que “estirar” al máximo sus recursos o solicitar créditos. “Hay que adaptarse, los precios cambian todo el año y la entrada de dinero no sube. Hay que buscar alternativas, como un crédito o préstamo, y ver cómo se va pagando. Es eso o definitivamente cerrar el negocio”, dijo.