Cuba reconecta su sistema eléctrico, pero los largos apagones persisten
La red eléctrica de Cuba fue restablecida tras un apagón nacional que dejó a gran parte de la isla sin suministro durante 22 horas, el tercero de este tipo en menos de dos meses. Sin embargo, los cortes eléctricos continúan afectando la vida diaria de millones de cubanos, evidenciando la profundidad de la crisis energética que atraviesa el país.
El apagón más reciente ocurrió por una avería en la central Antonio Guiteras, una de las principales plantas termoeléctricas de la isla. Su desconexión abrupta provocó un colapso total del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) a las 2:08 h del miércoles. Según datos de la Unión Eléctrica (UNE), el déficit en la generación de energía alcanzó un 52 %, el pico más alto registrado en 2024.
Una red obsoleta y falta de combustible
La crisis energética de Cuba se ha intensificado desde agosto debido a la falta de liquidez del Gobierno para importar combustible y al deterioro de las plantas termoeléctricas, muchas con décadas de explotación y mantenimiento insuficiente.
En La Habana, los apagones diarios duran aproximadamente cinco horas, pero en otras regiones, como Santiago de Cuba, los cortes superan las 20 horas, garantizando apenas cuatro horas de suministro eléctrico al día.
El director general de electricidad del Ministerio de Energía y Minas (Minem), Lázaro Guerra, estimó en abril que se necesitan alrededor de 10,000 millones de dólares para modernizar el SEN, una cifra que el Gobierno no puede asumir actualmente.
Planes a largo plazo y el apoyo de China
El Gobierno cubano ha anunciado proyectos a largo plazo para reformar el sistema eléctrico, incluyendo la construcción de 100 parques solares con el apoyo de China, que podrían generar hasta 2,000 megavatios para 2031. No obstante, los expertos coinciden en que estas iniciativas no resolverán los problemas inmediatos de la isla.
Impacto social y económico
La crisis energética ha agravado la contracción económica del país, que en 2023 cayó un 1.9 % y sigue por debajo de los niveles prepandemia. Además, los apagones están alimentando el descontento social.
Protestas en varias localidades, incluidas las registradas en Santiago de Cuba, han sido calificadas como “vandalismo” por el presidente Miguel Díaz-Canel, quien atribuyó la crisis exclusivamente al “bloqueo genocida” de Estados Unidos y celebró como una “proeza” el restablecimiento parcial del sistema eléctrico.
Sin embargo, las protestas recuerdan episodios como las manifestaciones del 11 de julio de 2021, y muchos temen que los apagones puedan volver a catalizar movilizaciones masivas en un contexto de profunda crisis económica, inflación y migración sin precedentes.
Los cubanos, mientras tanto, siguen enfrentando largos periodos sin electricidad, afectando su calidad de vida en medio de una situación económica y política cada vez más tensa.