Internacional

Cumbre del G7 concluye sin comunicado conjunto y con dudas sobre consenso entre Trump y aliados

La Cumbre del G7 concluyó este martes sin un comunicado conjunto, lo que dejó entrever divisiones entre los líderes de las principales economías occidentales, especialmente en torno al conflicto en Ucrania. Aunque el anfitrión, el primer ministro canadiense Mark Carney, insistió en que hubo consenso, los medios cuestionaron la ausencia de una postura unificada.

En su rueda de prensa final, Carney aseguró que durante las dos jornadas de trabajo se sostuvieron conversaciones “francas y abiertas” sobre temas clave como la economía mundial, la guerra en Ucrania y la crisis en Oriente Medio. No obstante, evitó dar detalles sobre las diferencias que impidieron emitir el tradicional comunicado conjunto.

“No hubo ningún problema con el presidente Trump”, afirmó Carney, al ser interrogado sobre la posición de Estados Unidos. “Tenemos una declaración, la del presidente del G7. Ayer ocurrieron hechos trágicos en Medio Oriente, así que fue más importante emitir una declaración sobre eso”.

El lunes por la noche, el grupo sí difundió un documento en respaldo a Israel y en condena a Irán, lo que generó cuestionamientos por no haber hecho lo mismo con Ucrania, pese a la gravedad del conflicto con Rusia. Ante la insistencia de los periodistas, Carney rechazó que Estados Unidos haya presionado para omitir una declaración sobre Kiev.

En la declaración del presidente del G7, redactada por el propio Carney, los líderes del grupo expresaron “apoyo a los esfuerzos del presidente Trump para alcanzar una paz justa y duradera en Ucrania”. También reconocieron que Ucrania ha aceptado un alto el fuego sin condiciones y que “Rusia debe hacer lo mismo”.

El documento también reafirma el compromiso del G7 para explorar todas las opciones de presión sobre Moscú, incluidas nuevas sanciones financieras, pero sin detallar medidas concretas.

Las dudas crecieron luego de que Trump abandonara anticipadamente la cumbre, tras apenas un día de trabajo, para regresar a Washington y encabezar reuniones con su Consejo de Seguridad Nacional por la crisis en Medio Oriente. También llamó la atención que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, se retirara pocas horas después de haber llegado.

En contraste, la declaración del G7 sobre Oriente Medio fue más contundente: reiteró el derecho de defensa de Israel, exigió que Irán no obtenga armas nucleares y condicionó una desescalada al establecimiento de un alto el fuego en la Franja de Gaza.

El texto también aborda la relación con China, advirtiendo sobre sus “actividades desestabilizadoras” en los mares del Este y del Sur, y sobre el impacto de la sobrecapacidad industrial en los mercados globales. Se hizo énfasis en la necesidad de mantener la paz en el estrecho de Taiwán y evitar distorsiones comerciales.

Aunque Carney reiteró que hubo unidad en los temas tratados, el cierre de la cumbre sin un documento conjunto dejó la impresión de que persisten desacuerdos dentro del grupo, especialmente en torno al papel de Estados Unidos y su enfoque frente a los conflictos internacionales.