Declaración Universal de DD.HH. cumple 76 años en medio de su incumplimiento
La Declaración Universal de los Derechos Humanos, que este 10 de diciembre conmemora su 76º aniversario, sigue siendo una de las guías más importantes hacia una convivencia pacífica y el respeto mutuo entre los pueblos. Sin embargo, en la actualidad, el incumplimiento de sus principios es más visible que nunca, con varios conflictos en el mundo que han dejado al descubierto violaciones a los derechos fundamentales.
A los conflictos armados de larga data, como los que se viven en República Democrática del Congo, Yemen y Birmania, se suman recientes crisis humanitarias a gran escala, como la guerra entre Rusia y Ucrania, el conflicto en Sudán, y los enfrentamientos en Gaza y Líbano. Además, el conflicto en Siria sigue siendo un recordatorio de la desolación que puede dejar una guerra prolongada, aunque se vislumbra la posibilidad de su fin tras más de una década de lucha.
La creación de la Declaración Universal, en 1948, se dio en el contexto posterior a la Segunda Guerra Mundial, cuando la comunidad internacional, comprometida con la paz, se comprometió con el principio de “nunca más” y estableció derechos fundamentales como la base para la convivencia internacional.
Aunque la Declaración es ampliamente reconocida como un documento fundamental para el desarrollo de los derechos humanos, y ha sido la base para numerosas leyes y convenciones internacionales, su aplicación sigue siendo desigual. En este sentido, la Convención Internacional sobre la Tortura también celebra 40 años de prohibición explícita de actos de tortura y castigos crueles, aunque el aumento de conflictos y la reducción de los espacios civiles donde los ciudadanos pueden exigir justicia suponen un mayor riesgo para que estos crímenes queden impunes.
Organismos internacionales como el Comité de Naciones Unidas contra la Tortura y la Organización Mundial contra la Tortura siguen siendo vitales para monitorear y denunciar estos abusos, pero el desafío persiste en un contexto donde las violaciones de derechos humanos se multiplican.
