Derrick Henry tuvo una actuación dominante contra la defensiva de los Dallas Cowboys, acumulando 151 yardas por tierra

El corredor de los Baltimore Ravens fue imparable y aprovechó las debilidades de una defensa de los Cowboys que se mostró incapaz de detener su avance.

Los Dallas Cowboys vivieron una amarga tarde en el AT&T Stadium, donde la esperanza de una remontada tardía no fue suficiente para revertir lo que, en esencia, fue un desastre de juego. A pesar de los esfuerzos, la defensa de los Cowboys se vio completamente superada por la potencia del corredor Derrick Henry, quien acumuló 151 yardas y dos touchdowns con los Tennessee Titans, y por la destreza de Lamar Jackson, quien anotó dos veces más con los Baltimore Ravens.

El partido, que comenzó con un dominio abrumador de Baltimore, dejó a los Cowboys luchando por contener un ataque que se movía con facilidad, lo que permitió a los Ravens abrir un temprano 28-6. A pesar de un impresionante gol de campo de 65 yardas de Brandon Aubrey, rozando el récord de la NFL, Dallas no pudo frenar la ofensiva rival ni mantener un juego defensivo sólido.

En un intento de salvar la noche, Dak Prescott lideró una ofensiva que incluyó un touchdown personal y una recepción de 15 yardas de Jalen Tolbert, lo que redujo la brecha en el marcador. Sin embargo, la reacción llegó demasiado tarde, dejando al equipo texano con una derrota dolorosa. Prescott finalizó con 379 yardas y dos pases de anotación, pero el esfuerzo no fue suficiente para borrar las fallas que marcaron la mayor parte del partido.