Descubren bacteria que degrada plásticos en solo 48 horas
Un nuevo hallazgo biotecnológico podría representar un punto de inflexión en la lucha contra la contaminación plástica: un equipo de científicos ha descubierto una cepa bacteriana capaz de degradar plásticos de tipo PET en apenas 48 horas. Este tipo de plástico es uno de los más comunes en envases, botellas y empaques, y también uno de los más persistentes en el medio ambiente.
La bacteria, encontrada en una zona con alta acumulación de residuos plásticos, mostró una capacidad inusual para alimentarse del PET como fuente principal de carbono. Al ser aislada y cultivada en laboratorio, demostró una velocidad de degradación hasta diez veces mayor que otras especies conocidas hasta ahora.
Los investigadores observaron que, bajo condiciones controladas de humedad y temperatura, el microorganismo descompone las largas cadenas de polímero del PET en compuestos más simples y no tóxicos, que pueden ser absorbidos por otros microorganismos o incluso reutilizados para la producción de nuevos plásticos.
“El descubrimiento fue inesperado. Sabíamos que algunos microbios pueden degradar plástico, pero nunca habíamos visto un proceso tan rápido y eficiente”, indicó uno de los microbiólogos involucrados. “Esto abre la posibilidad de desarrollar soluciones a escala industrial para el reciclaje biológico de plásticos”.
Este avance llega en un contexto alarmante: cada año se generan más de 300 millones de toneladas de plástico, y menos del 10% se recicla de manera efectiva. El resto se acumula en vertederos, ríos y océanos, tardando siglos en descomponerse de forma natural.
A diferencia de los métodos mecánicos o químicos, que requieren altas temperaturas y grandes cantidades de energía, el reciclaje biológico con bacterias podría realizarse a temperatura ambiente, en espacios controlados, y sin emisiones peligrosas. Además, permitiría reciclar plásticos ya degradados o contaminados, que hoy en día son desechados por no ser aptos para reciclado convencional.
Los próximos pasos de la investigación incluyen modificar genéticamente la bacteria para potenciar su rendimiento y evaluar su seguridad en entornos cerrados. Los expertos señalan que, aunque aún no está lista para usarse a escala masiva, la biotecnología detrás de este hallazgo podría integrarse en plantas de reciclaje en los próximos años.
En un mundo ahogado por sus propios desechos, la solución podría estar en los organismos más pequeños. La naturaleza, una vez más, muestra que tiene respuestas a problemas creados por el ser humano.