Desinformación y rechazo marcan el ánimo ciudadano previo a la inédita elección judicial en México
A solo dos días de la histórica elección judicial del 1 de junio, millones de mexicanos se preparan para acudir a las urnas con escasa información, dudas sobre el proceso y, en muchos casos, una decisión tomada: no participar. Las últimas encuestas estiman una participación que podría ser tan baja como el 15% del electorado, en unos comicios que definirán 881 cargos del Poder Judicial Federal entre casi 3 mil 500 candidatos.
En el centro de la Ciudad de México, frente a los juzgados donde ha trabajado por más de dos décadas como bolero, Héctor Fernando Ramírez, de 64 años, declaró que no piensa votar. “Es una pérdida de tiempo. En lugar de gastar tanto en elecciones, deberían invertir en medicinas para los que no tienen seguro médico. Eso lo agradecería más el pueblo”, opinó el ciudadano originario de Nezahualcóyotl, Estado de México.
Y no es el único. Según una encuesta de la Fundación Konrad Adenauer y Parametría, el 77% de los mexicanos no conoce a ningún candidato judicial y el 68% no sabe distinguir entre un juez, un magistrado y un ministro. A pesar de que el presupuesto asignado al Instituto Nacional Electoral (INE) para esta elección supera los 2 mil 400 millones de pesos, la desinformación ha sido una constante.
Víctor Hugo Buendía, joven abogado de 25 años, señaló que uno de los mayores retos de esta elección es la complejidad de las boletas y la falta de información clara, especialmente en zonas rurales. Aunque él ya decidió su voto para las seis boletas federales, admitió que no conoce aún a los aspirantes locales.
“Uno puede investigar, pero para el ciudadano común no hay herramientas suficientes para emitir un voto informado”, lamentó.
Frente a la Suprema Corte, algunos grupos han distribuido listas con nombres de aspirantes a ministros, como una especie de “acordeón” para facilitar el voto alineado con la llamada Cuarta Transformación. Pero para personas como Omar Eduardo, vendedor de servicios turísticos, estas listas han sido la única fuente de información, y no le bastan: “Seguramente anularé mi voto, no entiendo bien esta elección”.
Flor, maestra de primaria de 34 años, tampoco votará. Lo hará como una forma de protesta. “Siempre he votado, pero esta vez no estoy de acuerdo con cómo se hizo la reforma. Fue apresurada y mal planteada”, sostuvo.
Este domingo, México renovará casi la mitad del Poder Judicial federal en un proceso inédito. Mientras tanto, el desinterés, la confusión y el rechazo a la reforma judicial impulsada por el gobierno amenazan con traducirse en una participación mínima en las urnas, justo en una elección que se prometía como un parteaguas en la vida democrática del país.