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Después de 8 años, sigue buscando a su hijo

Cintia Gutiérrez, vocera del colectivo Guerreras Buscadoras de Guaymas y Empalme, sigue con la misión más dolorosa y persistente de su vida: encontrar a su hijo, Gustavo Ángel Godínez Gutiérrez, quien desapareció el 30 de junio de 2017, cuando apenas tenía 15 años. Ayer se cumplieron ocho años de ausencia, incertidumbre y lucha incansable para una madre que no se ha rendido ni un solo día.


La última vez que se vio a Gustavo fue en el sur de Guaymas, acompañado de un amigo.
No hubo señales de advertencia, ni mensajes previos, solo un vacío que se tragó su rastro y dejó a su familia sumida en una pesadilla de la que no despiertan.
Desde entonces, Cintia ha transformado su dolor en búsqueda, su angustia en fuerza y su soledad en causa colectiva.
Cada aniversario, cada cumpleaños, cada mañana es una cuenta regresiva sin fecha final.
Para Cintia, la esperanza no es un lujo, es una necesidad vital. “No me cansaré de buscarlo”, repite con la voz firme de quien ha aprendido a sostenerse con los pies en la tierra, pero el corazón en la esperanza.
Su rostro, endurecido por el sol de las jornadas de rastreo y las noches en vela, es también símbolo de resistencia y amor incondicional.
En estos ocho años, Cintia se ha convertido en una de las voces más visibles del movimiento de rastreadoras en Sonora. Con su liderazgo en Guerreras Buscadoras de Guaymas y Empalme ha acompañado a decenas de familias que, como ella, viven el duelo suspendido de la desaparición forzada. No se formó en derechos humanos ni en leyes, pero su experiencia le ha dado el temple de una activista, la sensibilidad de una madre y el coraje de quien ha perdido todo menos la esperanza.
Gustavo Ángel Godínez Gutiérrez, nacido y criado en Guaymas, es recordado como un adolescente tranquilo, de mirada cálida, con sueños aún sin definir. Desapareció el 30 de junio de 2017, y desde entonces su ficha ha circulado entre colectivos, redes sociales, medios de comunicación y expedientes oficiales que, pese a contener su nombre, no han aportado pistas concretas. Hoy tendría 23 años.
La desaparición ocurrió en un contexto donde el número de menores no localizados iba en aumento en Sonora, especialmente en municipios costeros como Guaymas y Empalme.


En muchas de estas historias, la delincuencia organizada, la omisión institucional y la criminalización de las víctimas se cruzan con dolorosos resultados.
Para Cintia, no hay descanso posible mientras no sepa dónde está su hijo.
Su activismo no nació por vocación, sino por necesidad.
“Nadie buscaba a Gustavo, nadie sabía qué hacer, y entendí que si yo no lo hacía, nadie más lo haría”, ha dicho en múltiples entrevistas.
Su trabajo ha sido crucial para lograr hallazgos en campo, promover nuevas búsquedas y visibilizar la problemática de las desapariciones en la región.
Sin embargo, el caso de su hijo permanece sin respuestas. No hay detenidos, no hay línea de investigación sólida, no hay indicios que den paz.
Cada jornada de búsqueda es también un acto de denuncia. Con pico y pala, acompañada de otras madres, Cintia recorre cerros, brechas y terrenos baldíos.
No solo busca a Gustavo: busca a cientos, a miles, a todos los desaparecidos que el Estado ha olvidado.
Y aunque el suyo es uno de los rostros más visibles, no deja de ser madre antes que vocera.
Antes que activista, es una mujer rota que aprendió a sostenerse de otras mujeres rotas.
“Mi hijo no está muerto para mí”, ha dicho. “Yo no he encontrado a mi hijo, y mientras no lo encuentre, lo seguiré buscando”.
En su mirada, no hay resignación, hay fuego. En su voz, no hay claudicación, hay memoria. Y en cada paso que da, lleva consigo la imagen de aquel adolescente de 15 años que salió una tarde de verano y no regresó jamás.
Ocho años después, Cintia Gutiérrez sigue de pie.
Porque una madre que busca no se detiene, afirmó, porque la ausencia de Gustavo no es olvido, es un grito constante.
Porque en cada huella, en cada hueso, en cada pedazo de tierra removido, hay una promesa que no ha dejado de cumplirse: te buscaré hasta encontrarte, finalizó.