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Destruyen manglares en Sinaloa para proyecto turístico privado

En la costa de Navolato, Sinaloa, un área de manglar protegida en Isla Cortés fue devastada para iniciar la construcción de un fraccionamiento turístico privado, sin contar con los permisos ni autorizaciones requeridas por ley. El proyecto, denominado comercialmente Manglares y promovido por la empresa Housesin Desarrollos, forma parte del régimen inmobiliario de Nuevo Altata.

La zona afectada, ubicada en la península de Lucenilla, forma parte de un ecosistema vital que actúa como barrera natural contra huracanes y sirve como hábitat para aves migratorias y especies marinas. Pese a ello, en el sitio ya se observan trabajos de desmonte, relleno, trazado de vialidades y plantación de palmeras, lo que ha transformado notablemente el paisaje.

El proyecto no cuenta con registro de cesión parcial de derechos sobre la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) general que rige el desarrollo de Nuevo Altata, trámite obligatorio para subproyectos que buscan integrarse al plan maestro. La MIA vigente (folio 25SI2002T0003), renovada en mayo de 2025, establece con claridad que el manglar debe ser preservado y prohíbe toda actividad de construcción o relleno en zonas donde esta vegetación esté presente.

Sin embargo, las obras ya han eliminado porciones de manglar (Conocarpus erectus), una especie protegida por la NOM-059-Semarnat-1996, en contravención directa a lo estipulado. También se han vulnerado otras disposiciones de la MIA, como la prohibición de afectar áreas de descanso y reproducción de aves, o generar impactos negativos como ruido y polvo en zonas sensibles.

Durante una inspección en el lugar, El Debate Sinaloa constató la presencia de maquinaria pesada operando sobre un islote artificial, la creación de canales artificiales, la remoción de vegetación costera y montículos de material de relleno. Las imágenes aéreas muestran cómo se ha cercado al menos una hectárea del ecosistema lagunar.

Además, el desarrollo carece de autorización por parte de Protección Civil Estatal y tampoco cuenta con licencia de construcción del ayuntamiento de Navolato, encabezado por el alcalde Jorge Bojórquez (PAN-PRI). Autoridades municipales confirmaron que Housesin no ha acreditado la propiedad del predio ni ha tramitado los permisos requeridos para iniciar las obras.

Aunque la venta formal de viviendas no ha comenzado, en el sitio ya hay un anuncio con un número telefónico y en redes sociales circula un bosquejo del proyecto, que incluye bloques residenciales, un canal interior y un embarcadero, lo que evidencia una fase avanzada de promoción sin autorización legal.

Especialistas ambientales advierten que la destrucción del manglar representa una amenaza grave para un ecosistema frágil y protegido por leyes federales, como la Ley General de Vida Silvestre y la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable.

“El mangle es intocable. Es la única defensa natural contra huracanes y la cuna marina donde se desarrollan alevines de muchas especies. Removerlo sin autorización no solo es ilegal, es ambientalmente devastador”, subrayaron.

El martes, personal de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) acudió al sitio con una orden de inspección. Los inspectores, identificados como Ricardo González y José Roberto Aguilar, no revelaron detalles de la diligencia, pero confirmaron su presencia por motivos oficiales.

Organizaciones ambientalistas locales ya han exigido la suspensión inmediata del proyecto y que se investigue a fondo la omisión de las autoridades frente al ecocidio que avanza en Isla Cortés.