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EE.UU. construye un muro sobre canal del río en Tijuana pese a tratados que lo impedían

El muro fronterizo construido por el Gobierno de Estados Unidos en el cauce del río Tijuana podría provocar inundaciones severas en el centro de Tijuana y San Ysidro, advirtieron ingenieros especializados y funcionarios de Baja California. La estructura, de aproximadamente nueve metros de altura, atraviesa la canalización del río y cuenta con compuertas para el flujo del agua, pero expertos alertan que su diseño podría generar riesgos ambientales y de seguridad en ambos lados de la frontera.

La comisionada de la sección mexicana de la Comisión Internacional de Límites y Aguas entre México y Estados Unidos (CILA), Adriana Reséndez Maldonado, señaló que esta construcción viola un acuerdo bilateral de 1977, el cual establece que cualquier obra en el cauce del río Tijuana debe ser consultada y aprobada por ambas naciones.

Posibles riesgos y controversia internacional
A simple vista, el muro funciona como un puente para facilitar la movilidad de la Patrulla Fronteriza y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. (CBP, por sus siglas en inglés). Sin embargo, las compuertas de acero, que se abrirían electrónicamente en caso de aumento del caudal, no garantizan que el agua fluya de manera adecuada en temporadas de lluvia, lo que podría provocar desbordamientos.

“El impacto de esta obra podría ser devastador. Estamos hablando de un riesgo real de inundaciones, daños materiales e incluso pérdidas de vidas humanas en territorio mexicano”, advirtió Reséndez Maldonado.

El antropólogo Víctor Clark Alfaro, director del Centro Binacional de los Derechos Humanos, subrayó que este es un tema complejo que México debe atender con urgencia, ya que implica no solo consecuencias ambientales y sociales, sino también políticas.

“Estados Unidos no está respetando acuerdos internacionales y esto puede traer repercusiones serias en Tijuana. Además, plantea un reto para el Gobierno de México, que debe definir si permitirá que esta obra se mantenga sin oposición”, explicó Clark Alfaro.

Falta de acciones por parte del Gobierno mexicano
Una fuente cercana a la CILA en México, que prefirió mantenerse en el anonimato, afirmó que las autoridades mexicanas han estado al tanto del proyecto desde sus inicios, pero no han tomado medidas contundentes para frenarlo.

“La cuestión aquí es ver qué tanto puede repercutir la construcción de este muro en el ecosistema de la región y qué tanto el Gobierno de México ha permitido su desarrollo, pese a los tratados internacionales e incluso a la oposición de algunos sectores dentro de Estados Unidos”, indicó la fuente.

El río Tijuana, con una extensión de 195 kilómetros, fluye entre México y Estados Unidos, formando parte de la frontera entre Baja California y California. Su cauce ha sido modificado en diversas ocasiones para evitar desbordamientos, pero con la instalación de esta barrera, los expertos advierten que el riesgo de inundaciones podría aumentar de manera significativa.

Hasta el momento, el Gobierno mexicano no ha anunciado medidas concretas para impugnar la construcción del muro en la zona del río, mientras la preocupación entre expertos y activistas sigue en aumento.