Un buzón electoral dañado se muestra durante una conferencia de prensa en la oficina de la división electoral del condado de Multnomah el lunes 28 de octubre de 2024, en Portland, Oregon. (AP Foto/Jenny Kane)
Internacional

El Departamento de Justicia de EE.UU. monitoreará el acceso al voto en 27 estados

Noviembre 2, 2024.- El Departamento de Justicia de EE.UU. desplegará un equipo de observadores en 27 estados para asegurar el respeto al derecho al voto y prevenir intimidación electoral durante los comicios del próximo 5 de noviembre. Este operativo incluirá a decenas de funcionarios de derechos civiles que monitorearán 86 condados en estados clave, como Arizona, Georgia, Michigan, Pennsylvania y Wisconsin, para cumplir con la legislación que protege el acceso al voto de todos los ciudadanos.

La medida responde a la propagación de teorías de conspiración sobre posibles irregularidades electorales, impulsadas en gran parte por el candidato republicano Donald Trump, quien sigue cuestionando la validez de las elecciones de 2020. Este clima de sospecha ha llevado a que algunos estados, como Texas, purguen registros electorales, afectando el derecho al voto de algunos ciudadanos estadounidenses, al alegar que migrantes indocumentados intentarían votar en esta elección.

Por su parte, funcionarios de inteligencia de EE.UU. han emitido alertas internas a distintas agencias sobre la amenaza de posibles acciones de grupos extremistas, que buscan interferir en el proceso electoral. Documentos de la organización Property of the People muestran que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ha notificado un incremento en el riesgo de “violencia electoral” asociada a teorías conspirativas.

Algunas de estas amenazas ya se han materializado: la semana pasada se registraron incendios en urnas de voto anticipado en los estados de Oregon y Washington, y en Phoenix, Arizona, dos personas fueron arrestadas el 24 de octubre acusadas de intentar incendiar urnas de votación.

El actual contexto de tensión recuerda los eventos del 6 de enero de 2021, cuando partidarios de Trump irrumpieron en el Capitolio en Washington, D.C., para evitar la certificación de la victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales de 2020. Nueve personas murieron como resultado de ese asalto, incluyendo a seguidores de Trump y miembros de las fuerzas de seguridad.

La expectativa se centra ahora en el papel de las autoridades para asegurar un proceso electoral pacífico, mientras EE.UU. sigue alerta ante posibles intentos de desestabilización en uno de los eventos cívicos más relevantes del país.