El misterio del universo: la historia detrás de la “partícula de Dios”
científicos del CERN (Organización Europea para la Investigación Nuclear) anunciaron el descubrimiento del bosón de Higgs, una partícula elemental que, hasta entonces, solo existía en teoría. Popularmente conocida como la “partícula de Dios”, su hallazgo representa un pilar fundamental para entender cómo funciona el universo.
¿Qué es el bosón de Higgs?
El bosón de Higgs es una partícula subatómica propuesta en 1964 por el físico británico Peter Higgs y otros investigadores. Es la pieza clave del llamado Campo de Higgs, un campo invisible que impregna todo el universo. Según el modelo estándar de la física de partículas, es este campo el que otorga masa a otras partículas elementales. Sin él, el universo no podría formar átomos, planetas ni vida.
Durante décadas, el bosón fue una hipótesis elegante, pero sin evidencia. Para comprobar su existencia, se requería un acelerador de partículas de altísima energía. Así nació el Gran Colisionador de Hadrones (LHC), un gigantesco túnel circular de 27 kilómetros de longitud, ubicado entre Suiza y Francia.
El descubrimiento que conmovió a la ciencia
Después de años de investigaciones, el 4 de julio de 2012, los científicos del CERN confirmaron que habían detectado una nueva partícula con características muy similares a las del bosón de Higgs. Las palabras del director general del CERN en aquel momento, Rolf-Dieter Heuer, fueron históricas: “Hemos alcanzado un hito en nuestra comprensión de la naturaleza.”
Este hallazgo le valió el Premio Nobel de Física en 2013 a Peter Higgs y François Englert, uno de los coautores del modelo teórico. No solo validó décadas de trabajo científico, sino que también abrió nuevas puertas en la física moderna.
¿Por qué se llama “la partícula de Dios”?
El apodo proviene del libro “The God Particle” (1993) del físico Leon Lederman. Según él, el nombre pretendía destacar la importancia de la partícula, aunque él mismo confesó que lo propuso más por motivos editoriales que científicos. Muchos físicos prefieren evitar el término por considerarlo sensacionalista o engañoso, ya que no tiene implicaciones religiosas.
El futuro después del Higgs
El descubrimiento del bosón de Higgs no cierra el libro del conocimiento, sino que abre nuevos capítulos. Los científicos ahora estudian sus propiedades con más detalle para entender si encaja perfectamente en el modelo estándar o si revela pistas sobre otros misterios, como la materia oscura o la energía del universo temprano.