El primer Tratado Global de Pandemias, a un paso de ser aprobado por 200 países
Luego de tres años de negociaciones intensas, los Estados miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) están a un paso de lograr un consenso histórico: el primer Tratado Global de Pandemias, que busca evitar las desigualdades y fallas sistémicas que marcaron la respuesta mundial al COVID-19.
Cerca de 200 países se encuentran en las últimas horas de diálogo para cerrar el texto final, cuyo único punto pendiente se refiere a la transferencia de tecnología necesaria para hacer frente a futuras emergencias sanitarias. De alcanzarse un acuerdo definitivo, el documento será presentado para su aprobación formal ante la Asamblea Mundial de la Salud, que sesionará del 19 al 27 de mayo en Ginebra.
Durante la pandemia de COVID-19, el acceso desigual a vacunas, pruebas diagnósticas, tratamientos y equipo de protección sanitaria dejó en evidencia la profunda brecha entre países ricos y de ingresos bajos o medios. La situación fue agravada por la falta de transparencia en la fijación de precios por parte de la industria farmacéutica, incluso cuando muchas vacunas se desarrollaron con financiamiento público.
Frente a ese contexto, el tratado busca garantizar un enfoque más equitativo para futuras crisis sanitarias. Entre los avances más destacados está la disposición que obliga a las compañías que desarrollen vacunas u otros productos con base en información compartida sobre un patógeno a destinar el 20 % de su producción a la OMS, para ser distribuida según criterios de necesidad y no financieros.
Uno de los temas más controvertidos del proceso fue precisamente la transferencia de tecnología, que varios países en desarrollo querían que se incluyera como una obligación legal. La versión final del texto propone que esta se realice bajo “términos acordados mutuamente”, reconociendo los marcos de flexibilidad que ya existen en la Organización Mundial del Comercio sobre derechos de propiedad intelectual en emergencias.
“Hemos avanzado poco en relación a lo que queríamos en este tema, que era mostrar una mentalidad universal de solidaridad sin tantas condiciones, pero era necesario posiciones más flexibles por parte de todos”, reconoció el jefe de una delegación latinoamericana participante en las negociaciones.
La embajadora francesa Anne-Claire Amprou, copresidenta del Grupo de Negociación Intergubernamental, declaró que ya se alcanzó “un acuerdo de principio” y se espera que el texto final se cierre este martes, tras más de 24 horas ininterrumpidas de sesiones.
El objetivo del tratado es claro: que el mundo esté mejor preparado ante futuras pandemias, cuyas amenazas no son hipotéticas sino inminentes, como advierten numerosos científicos.