El Tribunal Supremo de EE.UU. permite al Gobierno de Trump deportar a venezolanos de manera sumaria
El Tribunal Supremo de Estados Unidos levantó este lunes la orden judicial que bloqueaba las deportaciones inmediatas de ciudadanos venezolanos, autorizadas por la ley de Enemigos Extranjeros de 1798, una normativa que históricamente ha sido utilizada solo en tiempos de guerra.
La decisión representa una victoria legal para la Administración de Donald Trump, que recurrió de forma urgente al máximo tribunal tras un fallo previo de una corte federal de apelaciones que mantenía congelada la medida.
El bloqueo inicial fue impuesto el pasado 15 de marzo por el juez James Boasberg, quien dictaminó que el uso de una legislación del siglo XVIII planteaba serias dudas constitucionales y violaciones al debido proceso. Sin embargo, la mayoría conservadora del Supremo aceptó este lunes el argumento del Ejecutivo sobre la necesidad de aplicar dicha ley “ante amenazas a la seguridad nacional”.
La ley de Enemigos Extranjeros, aprobada en 1798 durante la presidencia de John Adams, permite al Ejecutivo detener y expulsar a ciudadanos de países considerados hostiles en el contexto de conflictos armados. Su uso no se había activado en más de un siglo.
La Casa Blanca ha justificado su aplicación alegando que miembros de grupos criminales y elementos “infiltrados por regímenes adversarios” han ingresado desde Venezuela en los últimos meses.
La medida ha generado críticas inmediatas por parte de organizaciones defensoras de los derechos humanos, juristas y legisladores demócratas, quienes advierten que esta acción sienta un precedente peligroso y criminaliza a migrantes que, en su mayoría, huyen de la crisis humanitaria en su país.
Hasta ahora, decenas de miles de venezolanos se habían beneficiado de medidas de protección temporal o de procesos de asilo pendientes. Con esta decisión del Supremo, el Gobierno federal podrá reanudar las deportaciones sumarias sin audiencia judicial previa.