Internacional

El Vaticano explora la posibilidad de revisar la legislación sobre el suicidio asistido

La Iglesia Católica Reitera su Rechazo al Suicidio Asistido y Explora Espacios Legislativos para el Debate

La Iglesia Católica ha reafirmado su firme oposición al suicidio asistido a través de un nuevo manual publicado por la Academia Pontificia para la Vida. No obstante, la Iglesia ha expresado su apertura a explorar “espacios legislativos compartidos” para abordar el tema, destacando su disposición a participar en el debate sobre el final de la vida en una sociedad pluralista.

El manual, titulado “Pequeño léxico del final de la vida” y escrito por el presidente de la Academia, Vincenzo Paglia, deja en claro el rechazo rotundo de la Iglesia a la eutanasia y al suicidio asistido. Según el documento, estas prácticas pueden inducir a personas vulnerables, que sienten ser una carga para sus seres queridos, a solicitar la muerte anticipada.

A pesar de su postura en contra, la Iglesia subraya la importancia de evitar la “obstinación terapéutica” y recomienda la continuación de los cuidados paliativos y el acompañamiento de los pacientes, incluso en la decisión de suspender tratamientos desproporcionados. El documento enfatiza que los cuidados paliativos juegan un papel crucial al mitigar la soledad y las presiones hacia la eutanasia.

La Academia también aborda la cuestión de la nutrición e hidratación artificial en pacientes en estado vegetativo permanente. Aquí, se remite al “criterio de proporcionalidad de los tratamientos”, sugiriendo que la decisión de proporcionar o suspender estos tratamientos debe basarse en la voluntad consciente e informada del paciente, cuando sea posible.

Paglia sugiere que, en el contexto de una sociedad democrática y pluralista, puede ser apropiado buscar una mediación jurídica para resolver estos temas, invitando a los creyentes a participar en la creación de leyes que promuevan el bien común.

Este enfoque matizado refleja un intento de la Iglesia por equilibrar su doctrina con las realidades contemporáneas y fomentar un diálogo constructivo sobre los dilemas éticos del final de la vida.