EU sanciona paletería y farmacia mexicanas por vínculos con el Clan del Golfo y el Cártel de Sinaloa

El Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció este martes nuevas sanciones contra cinco ciudadanos colombianos y dos empresas mexicanas vinculadas al Clan del Golfo y al Cártel de Sinaloa. La medida tiene como objetivo interrumpir las redes de financiación del tráfico de fentanilo y personas, que según las autoridades estadounidenses, alimentan las actividades ilícitas de estas organizaciones criminales.

Entre las empresas sancionadas se encuentra Nieves y Paletas, un negocio dedicado a la venta de helados en Culiacán, Sinaloa, y en municipios cercanos como Pueblos Unidos y Tacuichamona. De acuerdo con el comunicado del Tesoro, esta paletería ha sido utilizada para lavar dinero proveniente del narcotráfico, incluyendo ganancias derivadas del tráfico ilícito de fentanilo.

“El Tesoro seguirá siendo implacable a la hora de interrumpir la financiación que alimenta el tráfico ilícito de fentanilo, incluyendo las empresas que llenan los bolsillos de los miembros del Cártel de Sinaloa”, señaló el subsecretario del Departamento, Wally Adeyemo.

Además, Farmacia y Mini Super Trinidad, un negocio en Nogales, ha sido incluida en la lista negra por ser propiedad de José Arnoldo Morgan Huerta, alias ‘Chachio’, quien es señalado como operador del Cártel de Sinaloa en esa región. Morgan Huerta ha sido acusado por un tribunal estadounidense de tráfico de drogas, incluyendo fentanilo, cocaína, heroína y metanfetaminas, y permanece prófugo.

Las sanciones también afectan a José Miguel Demoya Hernández, un miembro del Clan del Golfo buscado tanto por Estados Unidos como por Colombia por su implicación en el tráfico de cocaína. Otros sancionados incluyen a Alexander Celis Durango, jefe financiero del Clan del Golfo, y José Gonzalo Sánchez Sánchez, señalado como el “segundo al mando” de la organización.

Con esta nueva serie de sanciones, el gobierno de Estados Unidos busca cortar las fuentes de financiamiento de estos grupos criminales y debilitar sus operaciones transnacionales, que representan una grave amenaza tanto en América Latina como en territorio estadounidense.