La Agencia Espacial Europea (ESA) ha dado un paso crucial en la lucha contra el cambio climático con el exitoso lanzamiento de Sentinel-5 NextGen, un nuevo satélite diseñado para ofrecer datos atmosféricos y medioambientales con una precisión sin precedentes. El satélite, que forma parte del ambicioso programa Copernicus, fue puesto en órbita a bordo de un cohete Ariane 6 desde el puerto espacial de Kourou, en la Guayana Francesa, y comenzará a operar plenamente en los próximos meses.
Con este lanzamiento, Europa fortalece su liderazgo mundial en observación climática desde el espacio, dotando a científicos, gobiernos y ciudadanos de herramientas más precisas para comprender, anticipar y mitigar los efectos del calentamiento global.
Una nueva generación de observación ambiental
El Sentinel-5 NextGen es el sucesor mejorado del satélite Sentinel-5 Precursor lanzado en 2017. Está equipado con instrumentos de última generación capaces de medir la composición de la atmósfera terrestre en tiempo real, con una resolución espacial y temporal nunca antes lograda.
Entre sus cades destacan:
- Monitoreo de gases contaminantes como dióxido de nitrógeno (NO₂), ozono (O₃), monóxido de carbono (CO) y metano (CH₄).
- Detección de partículas finas (PM2.5) que afectan la calidad del aire y la salud pública.
- Seguimiento del ozono estratosférico, crucial para protegernos de la radiación ultravioleta.
- Mapeo de incendios forestales, emisiones industriales y tráfico urbano con una resolución de hasta 5 km².
El satélite orbitará la Tierra a unos 824 kilómetros de altura y recopilará datos de toda la superficie del planeta cada 24 horas, lo que permitirá crear modelos atmosféricos en tiempo casi real.pacida
