Ex convicto siembra temor en la Termo
De nueva cuenta fue detenido un sujeto que ha sembrado el miedo entre vecinos de la colonia Termoeléctrica en Guaymas.
Se trata de José Ramón D. C., de 26 años, con domicilio en avenida Montelolita y Microondas, conocido en el sector por el apodo de El Chupa, quien desde su liberación del Centro de Reinserción Social el pasado 25 de mayo, ha sido arrestado en tres ocasiones por alteraciones al orden y presunta conducta delictiva.
La más reciente detención ocurrió la mañana del sábado, alrededor de las 10:00 horas, cuando residentes de la zona alertaron a las autoridades por un hombre en estado inconveniente que insultaba y amenazaba a quienes transitaban por el sector.
Agentes municipales acudieron al lugar y encontraron al señalado con un comportamiento agresivo y diciendo incoherencias, por lo que fue sometido y trasladado al centro de detención preventiva.
El juez cívico determinó arresto por 36 horas, debido al estado en que se encontraba y los reportes ciudadanos en su contra.
Sin embargo, esta no ha sido la única intervención policiaca con El Chupa.
Apenas la semana pasada, fue sorprendido dentro de un vehículo ajeno por residentes de la misma colonia.
Los vecinos lo retuvieron, lo golpearon y entregaron a la policía.
Salió del área de detención apenas unas horas después, y al día siguiente volvió a ser arrestado, esta vez por amenazas.
Además de los episodios recientes, se le atribuyen robos menores y un asalto a empleados de una empresa de refrescos en fechas anteriores, hechos que no han sido completamente esclarecidos, pero que han encendido las alarmas entre la comunidad.
Vecinos de la Termoeléctrica expresan preocupación por el comportamiento cada vez más errático y violento del individuo. Señalan que se introduce a patios y casas, lanza amenazas, grita sin sentido y se muestra fuera de sí, aparentemente por el consumo constante de sustancias tóxicas. “Tenemos miedo, ya no duerme uno tranquilo; entra a los patios, se mete con los niños, está descontrolado”, expresó una residente que prefirió el anonimato por temor a represalias.
Los habitantes del sector exigen a las autoridades mayor vigilancia y atención psicológica o médica para este tipo de casos, antes de que ocurra una tragedia.
“No es normal lo que está pasando. ¿Qué esperan? ¿Que lastime a alguien o que alguien lo mate?”, cuestionó otro vecino, cansado de ver al mismo sujeto deambular y ser detenido solo para volver a las calles al poco tiempo.
Piden a Seguridad Pública Municipal y a las instancias de salud mental tomar cartas en el asunto, pues aseguran que se trata de una bomba de tiempo que, de no atenderse, podría derivar en una desgracia.