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Exploración en las profundidades: descubren nuevas especies en el fondo del océano frente a California

A más de 3 000 metros bajo la superficie del océano Pacífico, científicos del Monterey Bay Aquarium Research Institute (MBARI) han identificado nuevas especies de pez caracol (snailfish) en uno de los ecosistemas más inexplorados del planeta: el cañón submarino de Monterey. El hallazgo no solo amplía el catálogo de biodiversidad marina, sino que también proporciona información crucial sobre cómo la vida evoluciona y se adapta a condiciones extremas.

La expedición utilizó tecnología de punta, como vehículos operados a control remoto (ROV), para explorar zonas donde la luz no penetra, la presión es aplastante y las temperaturas cercanas al punto de congelación. A pesar de ese entorno hostil, los científicos descubrieron formas de vida completamente nuevas, incluidas varias especies del género Pseudoliparis, que nunca antes habían sido documentadas.

Estos peces poseen cuerpos translúcidos, carecen de escamas y tienen adaptaciones fisiológicas únicas que les permiten vivir donde pocas otras especies podrían sobrevivir. Se alimentan principalmente de pequeños crustáceos y parecen tener un sistema sensorial altamente desarrollado para compensar la falta de visión en la oscuridad total del entorno.

Además de los peces, la expedición documentó esponjas, gusanos tubulares y organismos bioluminiscentes que contribuyen a un ecosistema marino sorprendentemente diverso. Estas especies forman parte de una red alimenticia que sigue siendo en gran parte desconocida y que podría ser clave para entender procesos biogeoquímicos fundamentales.

El descubrimiento se da en un contexto donde los ecosistemas marinos profundos enfrentan amenazas crecientes por la minería submarina, el cambio climático y la contaminación. Los investigadores del MBARI subrayan la importancia de proteger estos hábitats únicos, muchos de los cuales apenas comienzan a estudiarse.

Los hallazgos serán analizados en los próximos meses para determinar si estas especies representan nuevos registros taxonómicos o variantes de especies ya conocidas. El estudio también aportará datos al esfuerzo global por mapear y conservar los océanos, una meta que cobra cada vez más relevancia ante los desafíos ambientales del siglo XXI.