Familiares de los migrantes detenidos en El Salvador protestan este miércoles para pedir por la liberación de sus seres queridos, en la sede de la ONU, en Caracas (Venezuela). EFE/ Miguel Gutiérrez
Internacional

Familiares de migrantes venezolanos detenidos en El Salvador piden a la ONU que se pronuncie

Un grupo de familiares de más de 200 migrantes venezolanos detenidos en El Salvador acudió este miércoles a la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Caracas, para pedir una intervención urgente ante lo que consideran una grave violación a los derechos humanos de sus allegados.

Los migrantes fueron deportados desde Estados Unidos al país centroamericano, donde son señalados como presuntos miembros del Tren de Aragua, una banda criminal con origen en Venezuela. Sin embargo, los familiares aseguran que esas acusaciones son infundadas y sin garantías del debido proceso.

Frente a la sede de la ONU, unas 80 personas entregaron una carta dirigida al alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk, en la que exigen una “respuesta inmediata” de la comunidad internacional. Durante la protesta, los manifestantes corearon consignas como “libertad” y “Bukele, devuélvenos a nuestros hijos”, en alusión al presidente salvadoreño Nayib Bukele.

Los familiares también rechazaron declaraciones del expresidente Donald Trump, quien, según relataron, calificó a los deportados como delincuentes sin haber sido juzgados ni contar con defensa legal. “Se les trata como criminales sin juicio previo y sin garantías mínimas del debido proceso, derecho a la defensa y presunción de inocencia”, indicaron en la misiva.

El documento fue recibido por el coordinador residente de la ONU en Venezuela, Gianluca Rampolla, quien aseguró que el organismo está comprometido con la defensa de los derechos humanos. “Vamos a trabajar por estos detenidos para que se respete el debido proceso”, declaró ante los medios.

Uno de los manifestantes, Oswaldo Moreno, padre de un joven detenido, solicitó celeridad en la intervención del organismo:

“Sabemos que están trabajando, pero también ellos (la ONU) tienen que saber que cada minuto, cada hora, cada día que pasa es un infierno para nuestros familiares y para nosotros”, expresó.

Moreima Chirinos, madre de Ildemar Jesús Romero Chirinos, aseguró que su hijo, de 24 años y padre de una niña pequeña, fue trasladado desde un centro de detención en EE.UU. a El Salvador sin previo aviso. “Solo me dijo que lo llevarían a otro sitio… y desde entonces no he sabido más”, relató entre lágrimas.

La situación ocurre días después de que el Tribunal Supremo de EE.UU. levantara una orden que impedía las deportaciones sumarias de venezolanos, en el marco de la controvertida ley de Enemigos Extranjeros de 1798, habitualmente invocada en contextos de guerra.

En marzo, el presidente venezolano Nicolás Maduro calificó de “secuestro” las detenciones y pidió también a la ONU su intervención directa. La administración chavista ha condenado el uso de esta legislación por parte del gobierno estadounidense.

Hasta ahora, el paradero y la situación legal exacta de los migrantes en El Salvador siguen siendo inciertos, mientras familiares y organizaciones de derechos humanos exigen información clara y garantías procesales para los detenidos.