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Francia refuerza la seguridad nacional ante posibles disturbios

El gobierno de Francia ha elevado el nivel de seguridad en todo el país en vísperas de las elecciones legislativas anticipadas, previstas para celebrarse en dos vueltas, la primera este domingo. La decisión responde a crecientes tensiones políticas y sociales, así como a alertas por posibles disturbios durante y después del proceso electoral.

El Ministerio del Interior ha ordenado el despliegue de más de 30 mil agentes en todo el territorio nacional, con un enfoque especial en centros de votación, estaciones de transporte y zonas urbanas donde se han registrado manifestaciones en las últimas semanas. Además, se han reforzado las unidades de inteligencia y vigilancia digital para detectar llamados a la violencia en redes sociales.

Las elecciones anticipadas fueron convocadas por el presidente Emmanuel Macron luego del sorpresivo avance de partidos de oposición en las elecciones al Parlamento Europeo. En particular, el partido de extrema derecha ha cobrado fuerza, generando polarización y un ambiente político tenso que podría desencadenar protestas, enfrentamientos o actos de sabotaje electoral.

En París, Lyon y Marsella, las prefecturas han emitido órdenes para controlar concentraciones no autorizadas durante los días de votación. Se han habilitado zonas de contención y se ha restringido el acceso a vehículos en áreas sensibles. También se han desplegado unidades antidisturbios en puntos estratégicos, en previsión de posibles marchas espontáneas o reacciones violentas a los resultados preliminares.

El gobierno ha hecho un llamado a la calma y ha recordado que el proceso democrático debe desarrollarse en un clima de respeto, seguridad y legalidad. Al mismo tiempo, los organismos electorales han asegurado que se tomarán todas las medidas necesarias para garantizar la transparencia y el buen funcionamiento de las elecciones, incluso en los escenarios más complejos.

Los analistas políticos coinciden en que esta elección representa una de las más inciertas y polarizadas de los últimos años en Francia, no solo por el ascenso de fuerzas radicales, sino por la fragmentación del electorado y la creciente desconfianza en las instituciones tradicionales.

En los próximos días, las autoridades continuarán emitiendo boletines de seguridad y evaluando riesgos a nivel regional, mientras el país se prepara para un proceso electoral que podría redefinir su panorama político y social en los años venideros.