Gobierno de Trump aumenta la represión política
En un giro drástico hacia la represión política, el gobierno de Donald Trump ha comenzado una serie de arrestos de personas involucradas en protestas contra la guerra de Israel en Gaza. Este fin de semana, agentes federales detuvieron a Mahmoud Khalil, un inmigrante con tarjeta verde y estudiante de posgrado en la Universidad de Columbia, por su participación en las protestas estudiantiles de alto perfil contra la complicidad de Estados Unidos con la guerra israelí. Khalil, quien también es líder de las manifestaciones, fue arrestado en Manhattan a las puertas de su edificio junto a su esposa, quien está embarazada de ocho meses.
El presidente Trump ha confirmado que este arresto es solo el primer paso de una ofensiva mayor que incluirá la revisión de las actividades de unos 100,000 estudiantes internacionales involucrados en lo que su administración ha calificado como protestas ilegales y “pro Hamas”. En un mensaje publicado en Truth Social, Trump dejó claro que continuará con estas medidas y que muchos de los involucrados, a quienes calificó de “agitadores pagados”, enfrentarán consecuencias severas.
Khalil, quien fue trasladado a un centro de detención en Luisiana a más de 1,500 kilómetros de Nueva York, es acusado de violar las leyes migratorias, específicamente por participar en protestas que el gobierno de Trump considera antisemitas y de apoyo al grupo terrorista Hamas. Según su abogada, el Departamento de Estado habría anulado su visa, aunque esta decisión está siendo objeto de una disputa legal.
Este arresto se enmarca dentro de la política de represión más amplia que Trump ha comenzado a implementar, dirigida no solo contra opositores extranjeros sino también contra estadounidenses que critiquen su gobierno. En este sentido, el gobierno ha empezado a revisar las comunicaciones cibernéticas de estudiantes internacionales y ha recortado fondos federales a universidades como Columbia por no frenar el “antisemitismo” en sus campus.
Al mismo tiempo, la administración de Trump ha intensificado su ofensiva contra medios de comunicación, políticos y académicos que se oponen a sus políticas. Los medios críticos, como el Washington Post, enfrentan presiones internas debido a la censura de sus secciones de opinión, y la administración continúa realizando purgas dentro de su propio gobierno, despidiendo a funcionarios y fiscales que hayan estado involucrados en investigaciones contra él.
Esta escalada ha llevado a analistas a comparar las tácticas de Trump con macartismo, el período histórico en el que se persiguió a supuestos comunistas en Estados Unidos. El profesor Steven Levitsky, autor del libro Cómo mueren las democracias, comentó que el ambiente de intimidación que ha creado el gobierno de Trump está llevando al país hacia un régimen autoritario.
Este es solo el comienzo de una campaña que podría tener profundas implicaciones para la libertad de expresión y los derechos civiles en el país.