Gobierno federal asesta fuerte golpe al huachicol con detención de red y cierre de minirrefinería clandestina
En un operativo de gran escala coordinado por el gabinete de seguridad de la presidencia, se desarticuló una importante red dedicada al robo y procesamiento ilegal de combustibles, mejor conocida como huachicol. La acción, fruto de seis meses de labores de inteligencia, concluyó con la detención de 32 personas vinculadas a esta organización que operaba en varios estados del centro del país.
Entre los detenidos destacan los presuntos líderes Cirio Sergio “Don Checo” y Luis Miguel “El Flaco de Oro”, quienes, según las autoridades, perforaban ductos de Pemex en el Estado de México, Hidalgo y Querétaro, para extraer gasolina y gas LP, luego transportaban el hidrocarburo en tractocamiones hacia bodegas controladas por la red. Los cateos, realizados simultáneamente en diversas entidades, resultaron en el aseguramiento de decenas de vehículos, camionetas blindadas, tractocamiones cisterna, camiones con contenedores, remolques y múltiples bienes de alto valor.
A la par, en Veracruz, se localizó y clausuró una “minirrefinería” en Coatzacoalcos, donde se encontraron más de 500 000 litros de crudo y equipo para producir diésel artesanal, naftas y solventes sin permisos ni medidas de seguridad, representando un grave riesgo ambiental. En Nuevo León, durante otro operativo, se incautaron alrededor de 1,2 millones de litros de hidrocarburo.
El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, señaló que esta red no estaba ligada directamente a un cártel, operando de manera independiente pero con fuertes nexos en distintos niveles, incluyendo autoridades locales y personal de seguridad. También se reportó la recuperación de aproximadamente 16 millones de pesos en efectivo, decenas de animales exóticos usados posiblemente como parte de lavado de activos, y el cierre de dos tomas clandestinas.
Estas acciones forman parte de una ofensiva intensiva contra el huachicol que incluye interceptación de buques con millones de litros de diésel, clausura de refinerías clandestinas, análisis de corrupción interna, y demandas internacionales, especialmente de Estados Unidos, para frenar las redes de contrabando de combustible. Se estima que el huachicol representa pérdidas de hasta 177 000 millones de pesos anuales para el Estado.
Con este golpe, el gobierno federal refuerza su postura en materia de seguridad energética y combate al crimen organizado, reforzando la coordinación entre la SSPC, Pemex Logística, Sener, Marina, Ejército y la FGR, en un esfuerzo por recuperar el control y la soberanía del suministro de energía.