Hong Kong refuerza su arsenal represivo con una nueva ley sobre seguridad
Los funcionarios de Hong Kong han afirmado que las leyes de seguridad implementadas en la región no son más severas que las de otros países, como Estados Unidos, Gran Bretaña y Singapur.
Los legisladores de Hong Kong aprobaron por unanimidad este proyecto de ley, conocido como Artículo 23, quince días después de su presentación. Esta legislación ha generado preocupación entre los críticos, quienes afirman que amenaza aún más las libertades en la ciudad bajo el gobierno de China.
El paquete de leyes incluye disposiciones para castigar delitos como la traición, el sabotaje, la sedición, el robo de secretos de Estado, la injerencia externa y el espionaje, con penas que van desde varios años hasta cadena perpetua. El líder de Hong Kong, John Lee, ha anunciado que la ley entrará en vigor el 23 de marzo y la ha calificado como un “momento histórico para Hong Kong”.
La preocupación de que la ley pueda tener un alcance más allá de Hong Kong y se utilice para intimidar y restringir la libertad de expresión en otras jurisdicciones es una preocupación seria. Esto podría tener implicaciones para los ciudadanos y empresas extranjeras que operan o tienen intereses en Hong Kong.
La carta de la Comisión Ejecutiva del Congreso estadounidense sobre China dirigida al Secretario de Estado, Antony Blinken, indica la preocupación del Congreso estadounidense sobre las nuevas leyes de seguridad en Hong Kong. Instar al gobierno estadounidense a tomar medidas adicionales para proteger a los ciudadanos y empresas estadounidenses muestra la gravedad con la que se toma la situación.
La aprobación del proyecto de ley de seguridad nacional por parte de los legisladores de Hong Kong refuerza la información anteriormente mencionada. La revisión de la asamblea legislativa en 2021 para asegurar que solo los “patriotas” chinos puedan postularse para cargos públicos ha llevado a un cambio en la composición de la legislatura.
La afirmación de la Oficina de Asuntos de Hong Kong y Macao del Consejo de Estado de China de que la ley garantizará la prosperidad, la estabilidad, los derechos humanos y el bienestar fundamental de los habitantes de Hong Kong refleja la postura oficial del gobierno chino.
Sin embargo, los críticos han señalado que las autoridades han pasado por alto los llamamientos para salvaguardar mejor los derechos fundamentales y han expresado preocupación por la falta de exenciones para los medios de comunicación en delitos como secretos de estado. Estas preocupaciones han sido planteadas por diplomáticos, juristas y grupos de defensa de los derechos humanos.