Internacional

HRW denuncia que CBP niega acceso al asilo a mexicanos bajo amenaza en su país

La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) ha negado sistemáticamente el acceso al asilo a familias mexicanas que enfrentan amenazas graves en su país, reveló un informe reciente de Human Rights Watch (HRW). Según la organización, estas prácticas violan tanto las leyes estadounidenses como los tratados internacionales sobre derechos humanos.

Restricciones y denuncias
El informe destaca que las restricciones al asilo impuestas en junio por la administración del presidente Joe Biden han facilitado que agentes fronterizos ignoren las solicitudes de protección. Estas medidas forman parte de una estrategia más amplia para reducir la migración indocumentada en la frontera sur, que, según el gobierno, ha disminuido el cruce de personas sin documentos.

Vicki B. Gaubeca, directora asociada de política fronteriza e inmigración de HRW, señaló que algunos agentes de CBP han afirmado a los solicitantes que “el asilo ya no existe en Estados Unidos” o los han intimidado para que abandonen sus intentos.

Testimonios y abusos
El informe se basa en entrevistas realizadas en octubre a 40 familias mexicanas deportadas a Nogales, México, tras intentar solicitar asilo. Solo dos familias fueron referidas a un funcionario de asilo, pero solo una madre y su hijo adolescente lograron tener una audiencia ante un juez de inmigración.

De los entrevistados, 29 mencionaron que comunicaron explícitamente su intención de pedir asilo o describieron las amenazas que enfrentaban, pero sus solicitudes fueron ignoradas.

HRW también documentó abusos físicos y psicológicos por parte de agentes de CBP, quienes presuntamente gritaron insultos, arrancaron ropa y quitaron cordones de zapatos de manera violenta, bajo el pretexto de prevenir autolesiones.

Excepciones ignoradas
La organización enfatizó que algunos solicitantes de asilo podrían haber calificado bajo las excepciones a las restricciones de junio, las cuales permiten que se considere el caso si el solicitante enfrenta “una amenaza inminente y extrema a la vida o la seguridad”.

Conclusión
Human Rights Watch instó a la administración Biden a revisar estas prácticas y garantizar que las solicitudes de asilo sean tratadas conforme a la ley. Las denuncias reflejan un patrón de trato degradante hacia personas que buscan protección internacional, cuestionando el compromiso de Estados Unidos con los derechos humanos y las normativas internacionales.