El número de fallecidos en el incendio que devastó el complejo residencial Wang Fuk Court en Hong Kong se elevó a 128, mientras que la cifra de personas con paradero incierto ronda las 200, informaron las autoridades. Se reportan también 79 heridos.
El secretario de Seguridad, Chris Tang Ping-Keung, confirmó que la rápida y catastrófica propagación de las llamas se debió al uso de planchas de poliestireno altamente inflamables en las ventanas. Esto, sumando a los andamios de bambú revestidos con mallas por trabajas de renovación, generó “incendios masivos tanto en el interior como en el exterior”.
El director del departamento de Bomberos, Andy Yeung, añadió que las alarmas anti-incendios no funcionaron correctamente, confirmando los testimonios de los vecinos y anticipando consecuencias penales.
La Comisión Independiente contra la Corrupción (ICAC) ha arrestado a ocho personas en relación con el desastre, incluyendo:
Dos gestores de proyecto de la empresa de arquitectura Will Power Architects.
Una pareja dueña de la subcontratista de andamiaje.
Tres altos directivos de la constructora responsable de las obras, Prestige Construction & Engineering (acusados de homicidio imprudente grave).
La constructora, Prestige Construction, acumula un historial de sanciones por graves incumplimientos de seguridad laboral. La ICAC ha formado un equipo especial para investigar posibles irregularidades en la adjudicación del contrato de renovación.
El incendio, que comenzó en la torre 8 del complejo habitado por unas 4 mil 600 personas, es considerado una de las peores tragedias recientes de Hong Kong y ha llevado al jefe del Ejecutivo, John Lee, a ordenar revisiones urgentes en todos los conjuntos de vivienda pública que estén en obras.
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