Incendios forestales extremos se duplicaron en los últimos 20 años

Según los datos analizados por un equipo internacional de investigadores liderado por Calum Cunningham de la Universidad de Tasmania, los incendios forestales más intensos han aumentado significativamente desde el año 2003.

Los hallazgos muestran que estos incendios energéticamente extremos han más que duplicado su frecuencia y magnitud en los últimos 20 años. De manera preocupante, los seis años más severos registrados han ocurrido desde 2017, indicando una tendencia reciente de intensificación en la gravedad de estos eventos.

Las regiones más afectadas por estos incendios extremos incluyen el Neártico (que abarca áreas como Groenlandia, Alaska, Canadá, Estados Unidos y la Meseta Central mexicana) y Australasia/Oceanía. Esta intensificación parece estar relacionada con un aumento de la aridez en los bosques templados de coníferas y boreales, especialmente en América del Norte y Rusia, posiblemente como consecuencia de los cambios climáticos observados en estas regiones.

El estudio subraya la necesidad urgente de adaptarse a un clima propenso a fenómenos extremos como los incendios forestales. Los científicos también han señalado que la gestión forestal y otros factores locales pueden influir en la severidad de los incendios en diferentes regiones. Por ejemplo, en el sureste de Australia, además del cambio climático, el abandono de prácticas tradicionales de manejo del fuego podría estar exacerbando la situación.

En resumen, el aumento en la frecuencia y magnitud de los incendios forestales extremos representa una amenaza significativa para la vida humana, la biodiversidad, y las economías locales debido a los enormes costos en términos de vidas perdidas, daños a la propiedad, pérdida de hábitat y los efectos adversos en la calidad del aire que afectan la salud pública globalmente.