El gobierno de Italia declaró estado de emergencia en varias localidades del norte tras las intensas lluvias que provocaron severas inundaciones en las regiones de Lombardía y Véneto. Las precipitaciones acumuladas durante las últimas 48 horas desbordaron ríos, anegaron caminos y obligaron a evacuar a cientos de personas.
Protección Civil desplegó brigadas de rescate y asistencia humanitaria en las zonas afectadas, donde decenas de viviendas y comercios quedaron bajo el agua. Varios tramos carreteros y líneas ferroviarias fueron suspendidos por riesgo de deslaves y acumulación de agua. Las autoridades locales informaron que, hasta el momento, no se han reportado víctimas mortales, aunque sí varios heridos leves y daños materiales considerables.
El pronóstico meteorológico indica que las lluvias podrían continuar en las próximas horas, por lo que se mantiene la alerta máxima en zonas montañosas y riberas de ríos. Escuelas fueron cerradas y se emitieron recomendaciones a la población para no transitar por vías inundadas.
La emergencia climática ha afectado también el suministro eléctrico en zonas rurales y ha provocado cortes parciales en servicios de agua potable. Las autoridades trabajan en la rehabilitación de infraestructuras críticas y anunciaron apoyos económicos para los afectados.

