Kamala Harris visita la frontera sur de EE.UU. en medio de críticas de Trump por récord de migrantes detenidos

La vicepresidenta de Estados Unidos y candidata presidencial, Kamala Harris, visitará este viernes la frontera con México en Douglas, Arizona, como parte de su campaña para las elecciones de 2024. La visita se produce en un contexto en el que más de 7 millones de migrantes han sido detenidos cruzando ilegalmente la frontera durante la administración de Joe Biden, según datos del gobierno estadounidense.

La cifra récord ha sido un punto de crítica constante del expresidente y rival republicano, Donald Trump, quien ha intensificado sus ataques hacia Harris y la administración demócrata, acusándolos de permitir una crisis migratoria. Durante una aparición reciente en la Torre Trump, el exmandatario responsabilizó directamente a Harris de la situación: “La arquitecta de esta destrucción es Kamala Harris. Sigue hablando de cómo quiere arreglar la frontera, pero, ¿por qué no lo hizo en cuatro años?”, cuestionó.

Por su parte, Harris se ha presentado como una alternativa a la política migratoria de Trump, defendiendo la necesidad de un sistema de inmigración “seguro, justo, ordenado y humano”. Su visita a Arizona busca subrayar su compromiso con una seguridad fronteriza más estricta, al tiempo que promueve un enfoque más comprensivo hacia los migrantes. Según un asesor de campaña, Harris planea exponer propuestas para implementar “el plan de seguridad fronteriza bipartidista más duro en una generación”.

El tema migratorio ha cobrado especial relevancia en el contexto electoral, particularmente en estados como Arizona, que cuenta con una considerable población latina y es clave para ambos partidos. La frontera sur de EE.UU. sigue siendo un punto crítico para el tráfico de fentanilo, una de las principales causas de sobredosis en el país, lo que añade otra capa de complejidad al debate sobre seguridad fronteriza.

La administración Biden, a través de la vicepresidenta Harris, ha intentado abordar las causas profundas de la migración desde Centroamérica, aunque los resultados han sido mixtos. En enero de este año, Biden implementó una prohibición de asilo para frenar los cruces ilegales, lo que llevó a una reducción significativa en las detenciones, pero la situación sigue siendo un tema polarizante en la política estadounidense.

A pesar de los esfuerzos de Harris por promover su visión de un sistema migratorio reformado, las encuestas reflejan una ventaja de Trump en este tema. Según un sondeo de Reuters/Ipsos del mes pasado, el 43% de los votantes favorece la postura de Trump sobre inmigración, frente al 33% que apoya a Harris.

La visita de la vicepresidenta también coincide con un momento en el que la administración demócrata intenta recuperar el impulso para aprobar un proyecto de ley de seguridad fronteriza, que fue bloqueado en el Senado en febrero pasado debido a la presión de Trump sobre los republicanos para rechazar cualquier acuerdo.

Harris, quien anteriormente se desempeñó como fiscal general de California, tiene experiencia en enfrentar a las bandas criminales que operan en ambos lados de la frontera y en la lucha contra el tráfico de drogas, armas y personas. Sin embargo, la percepción pública sobre su capacidad para manejar la crisis migratoria sigue siendo un desafío en su campaña presidencial.

La migración ha generado preocupación entre los votantes, quienes temen las implicaciones para la economía, los índices de criminalidad y la identidad cultural de EE.UU. Entre 2010 y 2023, la población nacida en el extranjero en el país aumentó casi una quinta parte, alcanzando los 47.8 millones de personas, según la Oficina del Censo de Estados Unidos.