En el corazón de cada hogar existe un utensilio imprescindible que, de no ser gestionado correctamente, puede transformarse en el principal foco de infecciones alimentarias. Diversos estudios de higiene microbiológica han confirmado que las tablas de cortar pueden albergar más bacterias que el propio asiento de un inodoro si no se mantienen bajo estrictos protocolos de limpieza.




