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La capa de ozono: escudo vital en peligro

La capa de ozono, situada en la parte alta de la atmósfera terrestre, actúa como un escudo natural que protege a los seres vivos de los efectos nocivos de la radiación ultravioleta (UV) proveniente del Sol. Aunque en las últimas décadas se ha avanzado en su recuperación, los científicos insisten en que su cuidado sigue siendo crucial para la salud del planeta y la supervivencia de muchas especies, incluida la humana.

El ozono estratosférico absorbe entre el 97% y el 99% de la radiación UV tipo B, una de las más dañinas. Sin esta capa, la exposición directa a estos rayos provocaría un aumento drástico en casos de cáncer de piel, cataratas oculares, debilitamiento del sistema inmunológico y daño genético en animales y plantas. También afectaría directamente a los ecosistemas marinos, destruyendo fitoplancton y alterando las cadenas alimenticias.

En los años 80, el descubrimiento del agujero en la capa de ozono sobre la Antártida generó alarma mundial. Este daño fue causado principalmente por el uso de compuestos industriales llamados clorofluorocarbonos (CFC), presentes en aerosoles, refrigerantes y espumas plásticas. Gracias a acuerdos internacionales como el Protocolo de Montreal, el uso de estas sustancias ha disminuido significativamente, lo que ha permitido que la capa comience a regenerarse lentamente.

Sin embargo, los riesgos no han desaparecido. El cambio climático, el uso ilegal de sustancias prohibidas y ciertos químicos emergentes continúan amenazando la estabilidad de esta capa vital. Además, la destrucción del ozono no solo aumenta la radiación solar sobre la Tierra, sino que también influye en patrones climáticos globales, afectando la temperatura y la circulación de los vientos en la atmósfera superior.

La protección de la capa de ozono no es solo una cuestión ambiental, sino también un asunto de salud pública y seguridad planetaria. Para mantener su recuperación, es esencial reducir el uso de productos contaminantes, reforzar la vigilancia internacional, promover tecnologías limpias y educar a la población sobre su importancia.

La capa de ozono no se ve a simple vista, pero su presencia hace posible la vida tal como la conocemos. Descuidarla sería arriesgar el equilibrio natural del planeta y exponer a las futuras generaciones a consecuencias irreversibles.