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La CEA inunda el centro de drenaje

Más de una semana tiene el reporte por derrame de drenaje en el sector conocido como El Caliche, donde las aguas negras recorren el arroyo hacia la avenida Abelardo L. Rodríguez y cubren al menos ocho cuadras desde la calle 10 hasta la 18.


La situación mantiene en zozobra a vecinos y comerciantes del centro de Guaymas, que aseguran nunca haber padecido un problema de esta magnitud.
“Vivimos en el centro, jamás habíamos tenido que soportar esto, es el colmo”, expresó Javier, residente de la calle 11, al exigir a la Comisión Estatal del Agua una respuesta inmediata.
El vecino señaló que el olor se ha vuelto insoportable y que la principal preocupación es el riesgo de enfermedades.
En un recorrido por el área afectada se constató que el derrame tiene su origen en el desagüe ubicado cerca de una tienda de abarrotes de propietarios de origen chino, y desde ahí se extiende hasta las inmediaciones de las oficinas de la Comisión Federal de Electricidad.
El escurrimiento constante ha provocado encharcamientos en varios cruces, principalmente en las calles 10, 13 y 15, donde las aguas residuales permanecen estancadas.
Los comerciantes del centro reclamaron la lentitud de la CEA para atender el reporte, pues aseguran que sus negocios están siendo directamente afectados.
“La gente no quiere entrar porque el olor es insoportable y la calle está llena de agua sucia. Esto nos está dejando pérdidas todos los días”, lamentó una vendedora de la calle 13, mientras mostraba las corrientes negras que bordeaban su local.


El derrame, que comenzó en la zona de El Caliche, terminó desplazándose hacia la parte más transitada del primer cuadro de la ciudad, generando una estampa de suciedad y abandono que contrasta con el movimiento cotidiano de comercios, oficinas y escuelas.
La pestilencia y el riesgo sanitario son ahora parte de la vida diaria de quienes habitan y transitan por la zona.
Hasta la tarde de ayer, la CEA no había realizado labores de reparación o saneamiento, pese a que los reportes ciudadanos llevan más de una semana acumulados.
Vecinos señalaron que la única medida de alivio ha sido la colocación de cal en algunos puntos por iniciativa de los propios afectados, pero el flujo de aguas negras continúa sin freno.
La situación preocupa no solo por el impacto económico y la afectación a la imagen del centro histórico de Guaymas, sino por las condiciones sanitarias. Especialistas han advertido que el contacto con aguas residuales puede provocar infecciones gastrointestinales, enfermedades de la piel y brotes de mosquitos que transmiten dengue o zika, reiteró Javier.
Mientras tanto, la molestia social aumenta, y los vecinos aseguran que de no obtener una respuesta inmediata por parte de la CEA, estarán dispuestos a manifestarse públicamente para exigir la atención que hasta ahora les ha sido negada.