La edición 2024 del Corona Capital se convirtió en un festín para los amantes del rock
Desde los primeros acordes hasta los últimos compases de la noche, la vibrante atmósfera del evento, marcada por la nostalgia de las bandas que han definido generaciones, envolvió a miles de asistentes que no dejaron de cantar, bailar y recordar esos años dorados de la música.
Después de siete largos años de ausencia, Green Day regresó a los escenarios mexicanos en un regreso triunfal, enloqueciendo a más de 74 mil personas que abarrotaron la Curva Cuatro del Autódromo Hermanos Rodríguez en la primera jornada de la edición 14 del Corona Capital 2024.
Con su emblemática gira “The Saviors”, la banda californiana ofreció una noche llena de energía, nostalgia y adrenalina que hizo vibrar a todos los asistentes, quienes se entregaron por completo a un espectáculo que no solo incluyó los clásicos que han marcado varias generaciones, sino también una dosis de rock puro que hizo delirar a los fans.
Desde el primer acorde, Green Day dejó claro que su regreso sería legendario. La expectativa se palpaba en el aire, y como si fuera una película de época, la Curva Cuatro se llenó de recuerdos y emociones con la energía de la banda. Los asistentes fueron transportados a otra época, la de las patinetas, el delineador negro y el espíritu del punk que marcó los inicios de la banda en los años 90.
La jornada comenzó con un pequeño juego de contrastes musicales, cuando “Bohemian Rhapsody” resonó en las bocinas del festival, seguido de un cambio radical a la energía desbordante de “Blitzkrieg Bop” de los Ramones. Pero lo mejor estaba por venir: el escenario de Green Day tomó vida cuando un conejo de botarga con una camisa negra y corbata roja apareció, haciendo de esta una apertura iconoclasta y llena de simbolismo.
Con el telón de fondo lleno de grandes éxitos, Green Day hizo su esperado regreso con himnos como “Basket Case”, “American Idiot” y “Wake Me Up When September Ends”, haciendo que el público no dejara de cantar y saltar al ritmo de la banda. Billie Joe Armstrong, con su característica energía y carisma, cautivó al público desde el primer momento, guiando a los asistentes en un viaje al pasado, donde los días de adolescencia se entrelazaron con la rebeldía del punk y el rock alternativo.
La energía de Green Day fue imparable, y cada acorde fue recibido con gritos y aplausos. Cada canción, cada riff y cada acorde se convirtió en una experiencia compartida que unió a los fans, sin importar el tiempo que había pasado desde su última visita a México. Esta fue la revancha del punk, el regreso de una banda que sigue siendo el icono de una generación.