La evolución del PC Gaming en cuanto a memoria RAM y almacenamiento ha sido crucial para mejorar el rendimiento y la experiencia de juego
Los nuevos equipos de gaming requieren mayores capacidades de memoria RAM y almacenamiento para ofrecer una experiencia de juego más fluida y envolvente. Esto se debe a que los juegos modernos demandan más recursos debido a sus gráficos avanzados, mundos abiertos más grandes y la implementación de tecnologías como el ray tracing y inteligencia artificial en tiempo real.
Los jugadores de PC en México están impulsando el mercado de hardware de última generación, creando una gran oportunidad para fabricantes como Kingston y otros líderes del sector. Según datos de The Competitive Intelligence Unit (CIU), en 2023 había alrededor de 67.8 millones de videojugadores en México mayores de seis años.
Este incremento en el número de jugadores de PC se debe en parte a la demanda de tecnología avanzada que mejore la experiencia de juego, como memoria RAM de alta velocidad, almacenamiento SSD y componentes gráficos de última generación. Empresas como Kingston están en una posición ideal para aprovechar este mercado, proporcionando memoria RAM DDR5, SSD NVMe, y otros productos diseñados específicamente para juegos exigentes que requieren una alta capacidad de procesamiento y almacenamiento rápido.
Kingston, a través de su línea Fury, se ha centrado en proporcionar memorias RAM DDR5 diseñadas específicamente para mejorar la experiencia de los jugadores de PC. Estas memorias destacan por su alta velocidad, lo que permite a los videojugadores disfrutar de un rendimiento superior durante el juego. Además, Kingston ha logrado el récord mundial de overclocking con estas memorias, lo que refuerza su posición en el mercado de componentes de alto rendimiento.
También está impulsando sus discos de estado sólido (SSD), que son esenciales para que los jugadores puedan descargar rápidamente videojuegos de gran tamaño y garantizar una lectura eficiente de los datos durante el juego. Estos SSD NVMe ofrecen tiempos de carga más rápidos y una experiencia de juego más fluida, especialmente en títulos con gráficos complejos.