La geopolítica en la COP29: Conflictos imprevistos y desafíos para la cumbre climática
La Cumbre del Clima COP29, que se celebra en Bakú, Azerbaiyán, ha superado las expectativas de complejidad geopolítica que se habían anticipado debido a los conflictos en Ucrania, Gaza y la reciente victoria electoral de Donald Trump en Estados Unidos. Desde su inicio, la cumbre ha sido marcada por sorprendentes giros diplomáticos que han puesto a prueba la estabilidad del foro global.
Un hecho inesperado fue la retirada de la delegación argentina de las negociaciones, una decisión tomada por orden del presidente Javier Milei, quien busca acercar a Argentina a un acuerdo comercial con Estados Unidos y se reunirá con Trump en Mar-a-Lago en los próximos días. Esta medida, que dejó atónitos a los presentes, ha generado inquietud en el contexto de la cumbre, aunque se considera que Argentina no estaba en primera línea de las negociaciones, por lo que su retiro no tendría un impacto decisivo en el resultado final de la cumbre.
Azerbaiyán, país anfitrión, ha estado en el centro de una controversia diplomática con Francia, luego de que el presidente Ilham Aliyev calificara los combustibles fósiles como un “regalo de Dios” y acusara a Francia y los Países Bajos de neocolonialismo, al mantener territorios de ultramar como la Polinesia Francesa y Nueva Caledonia. Este ataque verbal fue interpretado como parte de un conflicto mayor relacionado con el apoyo de Francia a Armenia en el conflicto de Nagorno-Karabakh, un territorio disputado con Azerbaiyán.
La ministra francesa de Transición Ecológica, Agnès Pannier-Runacher, reaccionó enérgicamente, acusando a Aliyev de “instrumentalizar la lucha contra el cambio climático” para avanzar en su agenda política. Como consecuencia, Pannier-Runacher ha decidido no asistir a la segunda semana de la cumbre, aunque los negociadores franceses seguirán trabajando en el terreno.
El choque diplomático entre Azerbaiyán y Francia ha sido ampliamente cubierto por los medios, eclipsando otras negociaciones en curso. A pesar de este incidente, varios funcionarios de la Unión Europea, incluidos el alto representante Josep Borrell, calificaron las declaraciones de Aliyev como “inaceptables”, subrayando que la UE sigue siendo un pilar clave en la financiación y políticas climáticas globales.
A pesar de estos roces diplomáticos, muchos participantes confían en que estos desacuerdos no afectarán el resultado final de las negociaciones. Sin embargo, algunos observadores ya han comenzado a especular sobre el impacto de la política interna de Estados Unidos en las discusiones climáticas, especialmente ante la posibilidad de que Trump retire a Estados Unidos del Acuerdo de París, lo que podría ocurrir en el marco de la COP30 el próximo año.
La COP29, que se extenderá hasta el 22 de noviembre, sigue siendo un escenario de intensas negociaciones, aunque los eventos de los primeros días han demostrado que la política global, lejos de ser un trasfondo, se ha convertido en un actor principal en la mesa de discusión del cambio climático.