La lluvia de estrellas Gemínidas es uno de los fenómenos astronómicos más espectaculares del año
Alcanza su máximo pico de actividad en la noche del 13 al 14 de diciembre, con una tasa de hasta 150 meteoros por hora si las condiciones son ideales.
La lluvia de meteoros Gemínidas, conocida por ser una de las más espectaculares del año, alcanzó su pico máximo los días 13 y 14 de diciembre. Lo que hace especial a esta lluvia es que proviene del asteroide 3200 Phaethon, en lugar de un cometa como la mayoría de las lluvias de meteoros. Este origen inusual explica el brillo amarillento distintivo de muchos de los meteoros, como señala Sally Brummel, del Museo Bell de la Universidad de Minnesota.
En años con condiciones ideales, las Gemínidas pueden producir hasta 150 meteoros por hora, ofreciendo uno de los espectáculos más brillantes del calendario astronómico. Sin embargo, este año, la luz de la luna casi llena redujo el número visible a aproximadamente 120 meteoros por hora durante su pico, según la Sociedad Meteorológica Estadounidense.
A pesar de su pico, las Gemínidas aún podrán ser observadas hasta el 21 de diciembre. Según Bill Cooke de la Oficina de Medio Ambiente de Meteoros de la NASA, en condiciones favorables de visibilidad, podría observarse hasta un meteoro por minuto. Para disfrutar mejor de este fenómeno, se recomienda alejarse de la contaminación lumínica y dirigir la vista hacia la constelación de Géminis, el radiante de esta lluvia.
Desde 2009 hasta 2012, la sonda espacial STEREO de la NASA detectó una pequeña cola de polvo saliendo de Phaethon. Esto sorprendió a los astrónomos, ya que es raro ver un asteroide con una cola, característica común de los cometas. Según el astrónomo David Jewitt, de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), esta cola proporciona evidencia de que Phaethon eyecta polvo al espacio, lo cual genera las Gemínidas.
El equipo de Jewitt sugiere que este fenómeno se debe a un proceso llamado fractura térmica. Al acercarse al Sol, las altas temperaturas provocan grietas en la superficie del asteroide, liberando polvo. Un proceso similar, denominado fractura por desecación, también podría intervenir, donde el material se agrieta como el lodo seco en el lecho de un lago.
Las Gemínidas, provenientes de los desechos rocosos del asteroide 3200 Phaethon, destacan por su capacidad de generar bolas de fuego brillantes debido a la naturaleza densa y resistente de estos fragmentos. A medida que las partículas de polvo o rocas, que pueden variar desde un grano diminuto hasta un peñasco, ingresan rápidamente en la atmósfera terrestre, crean bolsas de aire caliente que brillan intensamente, formando las llamadas “estrellas fugaces”.
Según William Cooke, de la NASA, este material rocoso hace que las Gemínidas penetren más profundamente en la atmósfera en comparación con otras lluvias de meteoros, lo que aumenta la posibilidad de observar bolas de fuego, meteoros más brillantes y duraderos.