El nuevo perfumé de CHANEL está inspirado en una noche estrellada: Floral, luminoso y delicado
“De niña, Gabrielle necesitaba aferrarse a algo. Construyó su mito sirviéndose de misterios, signos y símbolos, vivía de ellos, estaba impregnada en ellos, los símbolos estaban por todas partes, en sus creencias, en su piso, en sus joyas y talismanes, en su estilo”, afirma su sobrina nieta Gabrielle Palasse-Labrunie en Chanel íntima, el libro de Isabelle Fiemeyer editado por Flammarion. Las estrellas y los cometas fueron obsesión de Gabrielle Chanel y estaban presentes tanto en la decoración de sus pisos como en sus colecciones. También en la primera incursión de mademoiselle en la Alta Joyería fueron su inspiración. “Quise cubrir a las mujeres de constelaciones, ¡de estrellas! (…) Pueden ver estos cometas cuya cabeza brillará sobre un hombro y cuya deslumbrante cola se deslizará por detrás de los hombros para caer en forma de lluvia de estrellas sobre el pecho“, explicó Coco al periódico L’Intransi-geant días antes de la presentación presentada en París en 1932, donde se lanzó su emblemático collar Comète, que rodea el cuello y descansa delicadamente sobre la piel.
Nacida bajo el signo de Leo, la modista llenó su apartamento de talismanes y amuletos. El cometa, símbolo de su optimismo, fue uno de ellos y ahora la casa de moda que fundó ha ideado la manera de dar vida a este cuerpo celeste que fascinó a la diseñadora con una creación olfativa que deja estela. Con esa premisa ha nacido Comète, la nueva fragancia de la colección Les Exclusifs, en la que cada perfume evoca distintos momentos de la vida de Coco. “Para comenzar cada creación se necesita un desencadenante y, en el caso de Comète, ese punto de partida fue la idea del polvo de estrellas”, explica Olivier Polge, perfumista de la maison. “El collar Comète, que se lleva abierto, totalmente en contacto con la piel, me recuerda a la estela envolvente de un perfume de piel”, añade.
Destinado a convertirse en objeto de deseo, el nuevo perfume que sale a la venta a partir del 3 de mayo es intensamente floral y luminoso. “Denso y empolvado, sofisticado y complejo, es todo un universo en sí mismo”, tal como describen desde la firma. Flores de cerezo recorren este eau de parfum y le dan el acorde fresco y delicado, mientras que el extracto de iris le aporta un toque empolvado a este perfume que resulta tan apropiado tanto para el día como para la noche.
Al igual que los otros 18 perfumes que componen la colección, el frasco de Comète es sobrio. El jugo se presenta en monolito de vidrio coronado con un tapón negro grabado con el monograma de la maison. Además, para conmemorar su lanzamiento, el estuche que alberga la fragancia viene acompañada de una creación de edición limitada: un boceto en relieve del mítico collar Comète creado en 1932 rodea las cuatro caras. Y un último guiño al brillo de los diamantes y al polvo de estrellas: la doble C que lo corona destaca en un tono plateado.