La OMS lanza nueva guía para prevenir embarazos adolescentes en países en desarrollo
La Organización Mundial de la Salud (OMS) presentó este miércoles una nueva directriz global destinada a prevenir los embarazos adolescentes, fenómeno que cada año afecta a 21 millones de jóvenes de entre 15 y 19 años en países en desarrollo, al menos la mitad de ellos no intencionados.
La guía plantea una serie de recomendaciones integrales que incluyen la prohibición del matrimonio infantil, la ampliación de la escolarización de las niñas, y una mejora sustancial en el acceso a anticonceptivos y a servicios de salud sexual y reproductiva. Estas medidas, según el organismo, son esenciales para frenar los embarazos precoces y sus consecuencias.
“Los embarazos tempranos pueden tener consecuencias graves, tanto físicas como psicológicas, para las adolescentes, y muchas veces reflejan profundas desigualdades estructurales que limitan su autonomía”, advirtió la OMS en un comunicado.
Además de los efectos personales, la organización alertó que estos embarazos pueden perpetuar ciclos intergeneracionales de pobreza, y conllevan mayores riesgos médicos, como partos prematuros, infecciones y complicaciones por abortos inseguros.
Según el análisis de la OMS, las desigualdades de género, la pobreza, la falta de oportunidades educativas y el limitado acceso a servicios médicos de calidad son algunos de los factores estructurales que propician esta problemática.
La agencia de la ONU destacó que finalizar la enseñanza secundaria podría reducir en dos tercios la tasa de embarazos adolescentes, lo que subraya la importancia de políticas públicas integradas en materia de educación, salud y equidad de género.
Aunque la proporción de jóvenes que dan a luz antes de los 20 años ha disminuido —de una de cada 15 al inicio del siglo (6.6 %) a una de cada 25 actualmente (4 %)—, en muchos países de bajos ingresos esta cifra todavía alcanza el 10 %, lo que mantiene el fenómeno como una preocupación crítica en materia de desarrollo y salud pública global.