La pintora mexicana “Frida Kahlo nos enseñó que nuestra vida interior y doméstica es importante”: Carla Gutiérrez
Alrededor de Frida Kahlo se han dicho muchas cosas, pero faltaba recuperar su voz a partir de sus testimonios, considera la cineasta peruana Carla Gutiérrez.
La directora recuerda que desde los 19 años admira a la pintora y reconoce que su honestidad, además de su carácter abierto para hablar de sus sentimientos y vida cotidiana, son elementos que la llevaron a filmar Frida, un documental contado a manera de rompecabezas que reconstruye la personalidad de la artista.
¿Cuál fue tu primer contacto con Frida Kahlo y que te lleva a hacer un documental?
Fue a los 19 años, cuando era reciente inmigrante latina en Estados Unidos. En un libro descubrí una pintura en la que se le puede ver parada entre Estados Unidos y México, de inmediato me sentí identificada con su trabajo. Mientras maduré en mi experiencia como mujer, a través de la pérdida y los corazones rotos, me sentí más reflejada; ella es una artista que habló de manera muy abierta sobre sus sentimientos. Más adelante y después de trabajar en documentales dedicados a mujeres históricas me acerqué de nuevo a su vida y vi la oportunidad de trabajar alrededor del enorme testimonio que nos dejó en cartas, diarios y entrevistas. Quería contar su historia a través de sus propias palabras, así comenzó la película.
¿Cómo encontraste el tono adecuado para interpretar a Frida, dado que no existe ninguna grabación certificada con su voz?
La película es como un rompecabezas guiado por las emociones que compartía de manera abierta en sus cartas. Escribía a gente querida, amigos, amantes, muchas están dirigidas a su mamá, leí todo para conocer su voz, aprender sobre su personalidad y conseguir verla de una manera muy humana. Nos propusimos conseguir que el público tuviera la experiencia de zambullirse dentro de su mundo interno. Poco a poco armamos la narrativa, siempre guiándonos por los sentimientos y las experiencias que alimentaron su trabajo artístico.
Sobre Frida Kahlo se ha dicho mucho, ¿cuál es el lugar común que evitaste a toda costa?
No quería presentar una visión de su vida desde una distancia histórica y académica. Hace mucho murió Frida y entre quienes la conocieron casi nadie queda vivo. No me interesaba entrevistar a expertos o historiadores para que nos dijeran qué es lo que ella pensaba. El documental recupera testimonios de su novio, de su enfermera, de Diego Rivera, quería acercarme de la manera más íntima posible al personaje. Hay documentales increíbles sobre ella, pero no encontré ninguno que realmente le otorgara el micrófono.
¿Qué descubrimiento te sorprendió durante la investigación?
Ya conocía casi todos los detalles de su vida porque había leído muchos libros, pero a la biografía que más volví fue a la de Hayden Herrera (Frida: Una biografía de Frida Kahlo), que es como una biblia. Mi mayor descubrimiento fue escuchar la textura de su personalidad, verla con su fragilidad y complejidad, encontrarme que hablaba de una manera muy florida, fue lo más sorprendente.
¿Por qué se ha redimensionado su obra y personalidad en los últimos años?
Pintó cosas muy personales y que todos hemos sentido, además lo hacía con mucha honestidad y sinceridad. Acumuló dolor y pérdidas, por eso las mujeres conectamos con ella de manera particular. Muchas sentimos lo mismo, pero todavía nos cuesta trabajo expresarlo, entonces encontrar a una mujer que se dio permiso de hacerlo de una manera tan abierta, es sin duda una inspiración, como también es una enseñanza necesaria y catártica. Frida nos enseñó que nuestra vida interior y doméstica es importante, por eso conecta con tantas mujeres..
¿Cuál es tu película favorita de sobre Frida Kahlo?
Le tengo mucho cariño a un documental de 1966, lo hicieron Karen y David Crommie (The Life and Death of Frida Kahlo as Told to Karen and David Crommie). Viajaron a México para entrevistar a gente que conoció a Frida, nos acercamos a ellos y nos compartieron las grabaciones, así que le tengo especial respeto a esa película.