A pesar de las intensas presiones regulatorias y los plazos legales que sugerían un cierre inminente, TikTok continúa funcionando con normalidad en territorio estadounidense. La plataforma de videos cortos, propiedad de la empresa china ByteDance, ha logrado sortear la prohibición total gracias a una serie de extensiones y decretos ejecutivos que han postergado la fecha límite para su venta obligatoria o su salida definitiva del mercado norteamericano.
El panorama legal para la aplicación ha sido una montaña rusa durante este 2025. Tras una breve interrupción del servicio en enero, provocada por una orden judicial que fue rápidamente revertida por la actual administración, el gobierno ha otorgado sucesivas prórrogas de 90 días. La más reciente de estas extensiones ha permitido que la red social, que cuenta con más de 170 millones de usuarios en el país, siga disponible en las tiendas de aplicaciones mientras se negocian los términos de una posible transferencia a inversores locales.
La clave de la permanencia de TikTok reside en un acuerdo preliminar alcanzado entre Washington y Beijing, el cual busca que la filial estadounidense pase a manos de un consorcio de empresas norteamericanas. Aunque el principio de acuerdo establece que el control de los datos y la tecnología quedarían bajo supervisión de Estados Unidos, los detalles finales sobre la estructura societaria y los algoritmos de recomendación siguen siendo puntos de fricción que impiden cerrar el trato de forma definitiva.
Mientras los abogados y diplomáticos discuten el futuro corporativo de la empresa, la incertidumbre persiste entre los creadores de contenido y las pequeñas empresas que dependen de la plataforma para su sustento económico. La Casa Blanca ha señalado que el objetivo primordial sigue siendo la protección de la seguridad nacional y la privacidad de los ciudadanos, pero ha optado por una vía de negociación extendida en lugar de un bloqueo abrupto que podría tener consecuencias políticas y económicas impredecibles.
Por ahora, el plazo más reciente sitúa la próxima fecha crítica a principios de 2026. Hasta entonces, los usuarios en Estados Unidos podrán seguir accediendo a la aplicación, realizando compras internas y actualizando sus perfiles, aunque bajo la sombra constante de una legislación que aún exige la desvinculación total de su matriz china. El destino de TikTok sigue siendo una moneda en el aire que depende tanto de las cortes judiciales como de la voluntad política de las potencias involucradas.




