Internacional

La Universidad de Harvard cerrará sus oficinas de diversidad, como exigió Trump

La Universidad de Harvard anunció el cierre de sus oficinas dedicadas a estudiantes de minorías, mujeres y personas LGBTQ+, como parte de una reestructuración interna que responde, en parte, a presiones de la administración del presidente Donald Trump.

En un correo electrónico enviado al personal, el decano universitario David J. Deming informó que las funciones de estas áreas serán absorbidas por una nueva entidad llamada Oficina de Cultura Académica y Comunidad (OCC). El cambio afecta a alrededor de 50 personas, entre empleados y becarios, quienes serán reubicados dentro de la Fundación Harvard, ahora incorporada a la OCC.

“Con esta nueva estructura, materializamos nuestro compromiso de apoyar a todo nuestro alumnado y fomentar una comunidad donde personas de todos los orígenes, perspectivas y experiencias puedan aprender, crecer y prosperar juntas”, señaló Deming en su mensaje.

¿Qué pasará con el personal?
Según información obtenida por el diario estudiantil Harvard Crimson, ninguno de los empleados será despedido, al menos en esta fase. Tanto el personal administrativo como los 15 becarios actualmente asignados a las oficinas cerradas serán reubicados en funciones dentro de la nueva estructura.

No obstante, fuentes cercanas a la universidad advirtieron que la reasignación podría implicar cambios en las funciones, reducción de autonomía operativa y revisión de programas considerados “incompatibles” con las nuevas directrices de Harvard en materia de diversidad.

Contexto: Harvard bajo presión del gobierno Trump
La medida llega en medio de una creciente tensión entre Harvard y la administración de Trump, que ha acusado a la universidad de fomentar el antisemitismo y violar derechos civiles de estudiantes judíos. Asimismo, el gobierno federal ha criticado con dureza las políticas de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI) aplicadas por instituciones académicas de élite, considerándolas como discriminatorias.

En los últimos meses, la administración Trump:

Amenazó con prohibir la matrícula de estudiantes extranjeros en Harvard.

Congeló más de 2 mil millones de dólares en fondos federales asignados a la institución, caso que aún se debate en un tribunal federal en Boston.

En abril, envió un memorando confidencial a la universidad, señalando como objetivo de eliminación a la Fundación para las Relaciones Interculturales y Raciales.

Poco después, la universidad renombró esta fundación como Oficina Central de Equidad, Diversidad, Inclusión y Pertenencia, e inició una revisión para eliminar cualquier referencia a DEI, en línea con las exigencias republicanas.

Reacciones mixtas en el campus
La decisión ha generado reacciones encontradas dentro de la comunidad estudiantil y académica. Algunos sectores acusan a la universidad de ceder ante presiones políticas, mientras que otros consideran que la reestructuración es una oportunidad para integrar los servicios de diversidad en una visión más amplia de convivencia académica.

Por ahora, los servicios dirigidos a minorías, mujeres y comunidad LGBTQ+ seguirán disponibles, aunque bajo una nueva administración centralizada y con un enfoque que aún no ha sido claramente definido.