Las medidas de Trump ya se notan en África: cierran clínicas y falta tratamiento para VIH
Millones de personas en África enfrentan una crisis sanitaria tras la decisión del expresidente de EE.UU., Donald Trump, de cortar los fondos destinados a la lucha contra el VIH. Clínicas han cerrado, tratamientos se han suspendido y se teme un aumento significativo en contagios y muertes por sida.
El recorte afecta principalmente al Plan Presidencial de Emergencia para el Alivio del Sida (PEPFAR), que en 2023 destinó hasta 4 mil 200 millones de dólares para combatir la enfermedad en el mundo, concentrando la mayor parte de estos recursos en África. Con 25.6 millones de personas viviendo con VIH y 380 mil muertes anuales en la región, según la OMS, la reducción de financiamiento deja a muchos pacientes sin acceso a medicamentos esenciales.
Países más afectados
Cuatro países dependen completamente de donantes internacionales para los programas de VIH: República Democrática del Congo (RDC), Mozambique, Tanzania y Zambia. De ellos, la RDC es la más afectada, ya que el 89 % de su presupuesto para el combate al sida provenía de EE.UU.
ONU Sida reporta que:
1.4 millones de personas en Tanzania reciben antirretrovirales financiados por EE.UU.
2.4 millones en Mozambique dependen de estos tratamientos.
1.3 millones en Zambia están en riesgo de perder acceso a sus medicinas.
En Costa de Marfil, el 85 % de la población seropositiva era atendida en 516 clínicas financiadas por PEPFAR, las cuales han dejado de distribuir medicamentos y realizar pruebas.
Situaciones similares se viven en Zimbabue, donde el programa DREAMS, enfocado en reducir infecciones en adolescentes y mujeres jóvenes, ha sido duramente golpeado por los recortes.
Clínicas cerradas y falta de prevención
El impacto no se limita a la distribución de antirretrovirales. La falta de fondos también afecta programas de prevención, distribución de preservativos y acceso a la profilaxis preexposición (PrEP), clave para proteger a poblaciones vulnerables como trabajadoras sexuales y la comunidad LGTBI.
Sudáfrica, el país con más casos de VIH en el continente, también ha sufrido el cierre de clínicas a pesar de ser uno de los menos dependientes de PEPFAR (solo el 16 % de su presupuesto contra el sida proviene de EE.UU.).
Según USAID, sin financiamiento, para 2028 podrían registrarse entre 30 mil y 64 mil nuevas infecciones y hasta 1,200 muertes adicionales en la región.
Un futuro incierto
Algunos gobiernos africanos han prometido asumir los costos de tratamiento y prevención, pero expertos advierten que los presupuestos nacionales en salud son insuficientes para cubrir la demanda.
“No tienen el dinero, no van a ser capaces de hacerse cargo”, lamentó el epidemiólogo Salim Abdool Karim, asesor de la OMS.
Ante la ausencia de EE.UU., África enfrenta un desafío crucial: reasignar recursos o encontrar nuevos donantes internacionales para evitar una crisis sanitaria de gran magnitud.