León XIV, el papa estadounidense elegido para tender puentes que podría incomodar a Trump
La elección de León XIV como nuevo pontífice marca un hecho histórico para la Iglesia católica: es el primer papa originario de Estados Unidos. Sin embargo, su postura social y su historial público podrían colocarlo en un rumbo opuesto al del actual presidente de su país natal, Donald Trump.
El excardenal Robert Francis Prevost, de 69 años, nacido en Chicago y con nacionalidad peruana desde 2015, fue elegido este jueves como sucesor de Francisco. En su primer mensaje como papa, aludió varias veces a su predecesor, con quien comparte una visión social centrada en la justicia, el medioambiente y la inclusión, aunque también mantiene posiciones conservadoras en temas como el aborto y el matrimonio igualitario.
Un papa “ciudadano del mundo”
Misionero agustino durante décadas en Perú, León XIV ha sido descrito por sus pares como un hombre discreto, conciliador y profundamente conectado con América Latina. En el Vaticano, su elección fue vista como un intento de tender puentes en tiempos convulsos, tanto dentro de la Iglesia como en el escenario global.
El nombre elegido para su pontificado también es simbólico: León XIII, a quien hace referencia, es recordado por su acercamiento a los obreros y su intento por modernizar la Iglesia a finales del siglo XIX.
Choques potenciales con Trump
Prevost, ahora León XIV, ha sido abiertamente crítico de políticas migratorias y posturas sociales defendidas por Trump. Cuando era cardenal, publicó en la red social X (antes Twitter) mensajes contrarios a la criminalización de migrantes, a las deportaciones masivas y al discurso antiinmigrante de la anterior administración republicana.
Incluso compartió artículos con críticas directas al hoy vicepresidente JD Vance, convertido al catolicismo, por promover medidas consideradas regresivas por sectores de la Iglesia.
A pesar de estas posturas, la Casa Blanca intentó evitar confrontaciones tras la elección del nuevo pontífice. El presidente Trump celebró el nombramiento en su red Truth Social, calificándolo como un “gran honor” para Estados Unidos y dijo estar “deseando reunirse con el papa León XIV”.
Una elección con mensaje político
Aunque los cardenales electores insisten en que la elección “no fue política”, analistas consideran que el Vaticano no ignora el simbolismo de elegir a un papa estadounidense en un momento en que Estados Unidos vive profundas tensiones internas y redefine su papel en el mundo.
“El Vaticano explora a través de esta elección lo que el nuevo EE.UU. representa para la Iglesia”, señaló Massimo Faggioli, experto en política vaticana y académico de la Universidad de Villanova.
El arzobispo de Nueva York, Timothy Dolan, defendió que el nuevo pontífice representa más que su país de origen: “Es un ciudadano del mundo, y su nacionalidad ya es cosa del pasado”.
El papa más latinoamericano de EE.UU.
Durante su vida eclesiástica, León XIV ha construido fuertes vínculos con América Latina. Su dominio del español y su nacionalidad peruana lo acercan a una región clave para la Iglesia católica. Su primer saludo papal incluyó palabras de afecto a Perú, consolidando su imagen como el papa estadounidense más internacional y latinoamericano en la historia moderna.
En el Vaticano, la expectativa es alta. Mientras algunos ven en León XIV a un líder con el potencial de profundizar las reformas iniciadas por Francisco, otros se preguntan cómo manejará su papel entre la espiritualidad universal y los desafíos que su país natal representa en el escenario político global.