León XIV presume en el Vaticano gorra de los Chicago White Sox
En una imagen que rápidamente se volvió tema de conversación dentro y fuera del ámbito religioso, el Papa León XIV sorprendió al aparecer públicamente en el Vaticano luciendo una gorra de los Chicago White Sox. El gesto, inesperado para muchos, fue interpretado como una muestra cercana, humana y cargada de identidad personal por parte del Sumo Pontífice.
Nacido en Chicago, León XIV ha mantenido siempre un vínculo profundo con su ciudad natal, y al portar la emblemática gorra del equipo de béisbol, no solo hizo un guiño a sus raíces, sino también a millones de aficionados del deporte que vieron en este acto una muestra de sencillez y cercanía. La gorra negra con el logo clásico de los White Sox contrastó con el entorno solemne del Vaticano, generando sonrisas y comentarios entre los asistentes a la audiencia papal.
Más allá del impacto visual, el gesto fue interpretado como una señal de que el Papa no se desconecta de sus orígenes ni de las pasiones cotidianas que compartió antes de asumir su rol en la Santa Sede. La imagen recorrió el mundo y provocó todo tipo de reacciones, desde el entusiasmo de fanáticos del béisbol hasta el análisis de medios que vieron en el acto una forma sutil de conectar con una audiencia más amplia y diversa.
Para muchos, esta escena representa una fusión entre lo espiritual y lo cotidiano, entre la tradición eclesiástica y los símbolos de la cultura popular. León XIV, con ese sencillo gesto, logró mostrar que ser Papa no lo exime de tener aficiones y que incluso en los espacios más solemnes hay lugar para la autenticidad personal.
La gorra de los White Sox, en este contexto, dejó de ser solo una prenda deportiva: se convirtió en un símbolo de identidad, cercanía y naturalidad que marcó un momento distinto en la historia reciente del papado.