Los apagones en Cuba amenazan con volverse crónicos, advierten expertos
Cuba vivió hoy un nuevo apagón nacional, el tercero en menos de dos meses, lo que evidencia la creciente precariedad de un sistema energético que enfrenta una grave crisis desde hace décadas. Este nuevo corte de electricidad pone en riesgo la estabilidad del sistema, y expertos alertan que los apagones podrían volverse crónicos si no se implementan soluciones urgentes y sostenibles.
El apagón ocurrió tras una avería en la central termoeléctrica Antonio Guiteras, ubicada en Matanzas (occidente del país), que provocó el colapso del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), en un escenario similar al apagón nacional del 18 de octubre pasado. Esta nueva crisis energética se une a una serie de cortes diarios que afectan a diversas regiones de Cuba, donde algunos lugares, como Santiago de Cuba, apenas reciben electricidad durante cuatro horas al día.
Causas de la crisis energética
La falta de combustible, resultado de la escasez de divisas para importarlo, y las frecuentes averías en las antiguas centrales termoeléctricas son las principales causas de la crisis. Estas plantas, con décadas de explotación, sufren un déficit crónico de inversiones, lo que limita la capacidad de respuesta ante fallos. La falta de flexibilidad del sistema provoca que el colapso de una planta desencadene desconexiones totales, afectando a gran parte del país.
Este año, Cuba ha experimentado ya tres apagones nacionales. El primero ocurrió en octubre debido a una avería en la central Antonio Guiteras, y el segundo, con la llegada del huracán Rafael, que dejó graves daños en el occidente de la isla.
El costo de la crisis
Para restaurar el SEN y mejorar la infraestructura energética, los expertos estiman que se necesitarían 10 mil millones de dólares. El director general de electricidad del Ministerio de Energía y Minas (Minem), Lázaro Guerra, reconoció que esta cifra no es “disparatada”, pero también señaló que se requiere una inversión constante a largo plazo.
A corto plazo, el Gobierno cubano ha priorizado los servicios vitales, como hospitales e instalaciones de agua potable, y ha comenzado a interconectar áreas con acceso eléctrico. A largo plazo, se busca avanzar hacia una “independencia energética” con el uso de recursos locales como el crudo nacional, el gas acompañante y la energía solar. Con el apoyo de China, Cuba ha impulsado la creación de 100 parques solares que generarán 2,000 megavatios para aliviar la escasez energética.
Impacto económico y social
Los apagones tienen consecuencias económicas devastadoras. En 2023, la economía cubana se contrajo un 1.9 por ciento debido a la interrupción de la actividad productiva y comercial ocasionada por los cortes eléctricos. Además, el Gobierno ha reconocido que el Producto Interno Bruto (PIB) no crecerá en 2024 debido a los recientes apagones y desastres naturales.
Los apagones también afectan severamente la vida cotidiana de los cubanos. La falta de electricidad impide el funcionamiento de servicios esenciales como semáforos, cajeros automáticos, gasolineras, tiendas electrónicas, bombas de agua, y cocinas eléctricas en la mayoría de los hogares.
En un contexto de crisis económica, escasez de productos básicos e inflación, los cortes han generado descontento social. Según la ONG Justicia 11J, se han registrado al menos 70 protestas debido a los apagones. Las manifestaciones, algunas de las cuales han sido violentamente reprimidas, son consideradas como posibles catalizadores de un descontento generalizado que podría escalar a nuevas protestas antigubernamentales, como las ocurridas en julio de 2021 y marzo de 2024.
Conclusión
La crisis energética de Cuba no tiene una solución rápida ni sencilla, y las perspectivas a corto y medio plazo siguen siendo inciertas. Los expertos coinciden en que es urgente un cambio estructural en el sistema energético cubano, pero la falta de recursos y las dificultades económicas dificultan que las autoridades puedan ofrecer una solución definitiva en el futuro cercano.