La directiva de los Chiefs de Kansas City, encabezada por su propietario Clark Hunt, confirmó este lunes 22 de diciembre de 2025 que la franquicia abandonará su histórico hogar en el Arrowhead Stadium para mudarse a un nuevo recinto en el estado de Kansas. Esta decisión marca el fin de una era de más de cinco décadas en Misuri y se formalizó tras alcanzar un acuerdo con la gobernadora Laura Kelly y legisladores locales, quienes aprobaron un paquete de incentivos financieros sin precedentes para facilitar la construcción de un complejo deportivo de última generación. El nuevo estadio, que será techado y tendrá un costo estimado de tres mil millones de dólares, se ubicará en el condado de Wyandotte, cerca de la zona comercial conocida como The Legends, y se espera que esté listo para el inicio de la temporada 2031 de la NFL.
El movimiento de la franquicia responde a la búsqueda de mayores oportunidades comerciales y a la posibilidad de albergar eventos de escala mundial durante todo el año, como el Super Bowl o conciertos masivos, gracias a las ventajas de una estructura domada. El acuerdo incluye no solo el estadio, sino también la construcción de una nueva sede administrativa y un centro de entrenamiento de alto rendimiento en la ciudad de Olathe. Clark Hunt expresó mediante un comunicado que, aunque despedirse del Arrowhead será un proceso emocionalmente difícil por la tradición y los recuerdos familiares que representa, esta transición es necesaria para asegurar la innovación y el futuro competitivo del equipo en beneficio de su afición.
Por su parte, las autoridades de Misuri lamentaron la noticia tras haber intentado presentar propuestas de renovación para mantener al equipo en su ubicación actual. El cambio de estado por parte de los Chiefs se produce luego de que en años anteriores los votantes del condado de Jackson rechazaran una extensión de impuestos destinada a remodelar el complejo deportivo existente. Con este anuncio, los Chiefs se preparan para cruzar la frontera estatal manteniendo su nombre y su identidad, mientras que el actual estadio Arrowhead cumplirá sus últimos años de servicio como uno de los recintos más ruidosos y emblemáticos del fútbol americano profesional antes de la gran mudanza.




