México podría convertirse en importador neto de petróleo para 2030

México enfrenta un panorama energético preocupante, ya que se proyecta que para el año 2030 podría pasar de ser un exportador neto a un importador neto de petróleo. La producción nacional de crudo disminuiría considerablemente, mientras que las exportaciones caerían drásticamente.

A pesar de los esfuerzos por mejorar la infraestructura de refinación, incluyendo la construcción de nuevas refinerías, se anticipa que el país continuará dependiendo de las importaciones para cubrir la demanda interna de combustibles.

Este cambio representa un desafío importante para la economía mexicana, que históricamente ha dependido de los ingresos petroleros. La transición hacia un México importador de petróleo podría tener consecuencias significativas en la seguridad energética y las finanzas públicas del país.